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Pedro Sánchez y Nadia Calviño en un acto de campaña de las pasadas elecciones.

Pedro Sánchez y Nadia Calviño en un acto de campaña de las pasadas eleccionesAlberto Ortega / Europa Press

La realidad de la economía española en el inicio del curso político: cada vez más alejada de la media de la UE

El PIB per cápita, principal medida de la riqueza de un país, acumula un deterioro considerable desde la llegada al poder de Pedro Sánchez

El curso político en España arranca con los lastres que ha acumulado nuestra economía a lo largo de los últimos años. Aunque según Eurostat nuestro PIB ha crecido una décima más que la media de la eurozona en el segundo trimestre (0,4 % vs 0,3 %), registramos una diferencia considerable con la media de la UE en PIB per cápita, principal indicador de riqueza de un país. La diferencia se ha agrandado en los últimos cinco años, el tiempo que Pedro Sánchez lleva en el Gobierno.

El PIB per cápita surge de la división entre la riqueza que crea una economía en un año y su número de habitantes. En esta cuenta salimos perdiendo, y nos van adelantando otros países.

Los españoles hemos perdido renta per cápita desde que Pedro Sánchez llegó al poder en 2018. Entonces el PIB per cápita español estaba en 24.890 euros, y a cierre de 2022 disminuía a los 24.580 euros. Y mientras tanto, nuestra diferencia con Europa se ha ido ensanchando. Si en 2003 estábamos a solo 530 euros de la media de la Unión Europea en PIB per cápita, en 2022 la distancia ha aumentado a 4.200 euros. La diferencia en 2018 era de 2.730 euros.

El empobrecimiento respecto a otros países se ha acelerado en los últimos años, aunque llevamos más tiempo perdiendo posiciones. Nuestro país es el que menos crece en renta per cápita en la UE desde el año 2007, y se agranda la diferencia con otros países de la UE: mientras que la brecha en 2003 era del 2,3 % respecto a la media europea, en la actualidad se sitúa en torno al 15 %.

La economía española está atascada no solo en renta per cápita: también en el crecimiento del PIB, el tercero más bajo de Europa entre los años 2007 y 2022, y en productividad, el cuarto menor entre 2009 y 2022. En ambos terrenos ocupamos el último lugar de la UE si el marco temporal se sitúa entre los años 2019 y 2022, años en los que ha gobernado Sánchez. Como señala Alfonso Novales, catedrático de la Universidad Complutense que ha elaborado el documento de Fedea del que se extraen estos datos, el atasco en la economía española comenzó con la crisis financiera, pero en los últimos años no ha hecho más que agudizarse.

El trabajo de Novales constata que el PIB per cápita español era en 2007 un 98 % del PIB per cápita de los veintisiete países de la UE. En 2019 ya era un 85 %, y en 2022, un 79 %. «Desde el momento previo a la pandemia, el PIB per cápita español aumentó un 5,4 %: el incremento más reducido de la UE-27», indica el autor.

La baja productividad de la economía española tiene buena parte de culpa en este menor crecimiento. España ocupaba en este capítulo a final de 2022 el puesto 15 entre los 27 que componían la UE, con un crecimiento solo del 3 % respecto a 2009.

Así son las cifras que se alcanzan con la política económica socialista, que confía más en el gasto y el empleo público y los impuestos altos, entre otras cuestiones. Con esos argumentos la economía española pierde fuerza y nos van pasando otros países. Entre 2019 y 2022 nos han rebasado tres más en términos de poder adquisitivo: Eslovenia, Lituania y Estonia. Países como Chequia, Malta o Chipre nos habían rebasado ya en 2020. Aunque es cierto que entre 2019 y 2022 también ha caído el PIB per cápita de Italia, Francia y Alemania, lo ha hecho en menor medida que España (un punto Italia y cuatro los otros dos países, frente a los seis de España), y su situación frente a la media del PIB per cápita en la UE es mejor.

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