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Las cifras del Mundial.Paula Andrade

España, Marruecos y Portugal: un mundial 'low cost' con dudas sobre su coste final

La inversión ascenderá, solo en España, a 750 millones en infraestructuras y 683,2 en organización

Hito inédito en medio de una de las mayores crisis que se recuerdan en la Federación Española de Fútbol. Cuando aún no se ha disipado la polvareda del caso Rubiales, y apenas mes y medio después de que la la selección femenina se colgara la primera estrella en el pecho, esta semana se confirmó la concesión del Mundial de 2030 a España junto a Portugal y Marruecos. Una Copa del Mundo sin precedentes, ya que involucrará a federaciones de distintos continentes.

El Consejo de este organismo acordó por unanimidad que la candidatura conjunta albergará el evento en 2030 –con la consiguiente clasificación automática para sus equipos–, según confirmó la FIFA en un comunicado. También anunció la celebración del centenario en Uruguay, Argentina y Paraguay, donde se jugarán tres partidos del Mundial.

«En un mundo dividido, la FIFA y el fútbol se están uniendo», señaló el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. «Dos continentes, África y Europa, unidos no sólo en una celebración del fútbol, sino también para proporcionar una cohesión social y cultural única. ¡Qué gran mensaje de paz, tolerancia e inclusión!», añadió, motivado, en un comunicado.

Ahora tocan hacer cuentas. El Gobierno publicó el pasado mes de diciembre un decreto para adjudicar a dedo una subvención para la preparación y desarrollo de la candidatura española al Mundial. En el texto, el Ejecutivo señala que «de acuerdo con los estudios elaborados por las instituciones académicas universitarias», el impacto de las inversiones tendrá «un efecto multiplicador en la economía», estimando que por cada euro de gasto se generarán 4,28 euros de PIB y 1,32 euros de ingresos fiscales. Un negocio redondo.

Además, el Gobierno estima que, por cada millón de gasto en inversión y organización, se generarán en España 78 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, 5.120 millones de PIB y 82.513 empleos.

Pero ya entrando en faena, el Ejecutivo apunta a un gasto de 750 millones de euros en infraestructuras y de organización de 683,2 millones, más de 1.430 millones para un evento de estas características.

Sin embargo, esta cifra plantea muchas dudas. La Copa del Mundo del Catar requirió una inversión estratosférica ante la carencia de infraestructuras, comunicaciones y, en general, cualquier atisbo de necesidades básicas del aficionado medio. Aunque el emirato nunca lo reconoció, diversas fuentes apuntan a que el gasto superó los 220.000 millones de dólares.

El Gobierno estima que por cada millón gastado se generarán 78 puestos de trabajo

En el caso de Rusia 2018 y Brasil 2014, la inversión también fue particularmente alta por problemas de infraestructuras y transporte. Según el economista alemán Matthias Felt, estos eventos tuvieron un coste de 14.000 y 20.000 millones actuales respectivamente. En el caso de Sudáfrica 2010, de buen recuerdo para los españoles, este experto apunta a unos 9.000 millones de dólares.

El de Alemania habría tenido un coste de 12.000 millones de dólares, aunque Felt señala que no queda claro si estos costes estaban relacionados con la Copa del Mundo o eran parte de un programa mayor de infraestructuras en el país tudesco. Fuentes del Gobierno, por su parte, aseguraron que el coste solo en infraestructuras ascendió a 3.900 millones de dólares.

El Mundial de 2002 es, no obstante, el mejor ejemplo al que puede agarrarse España ya que fue el primero que involucró a varios países –en este caso Corea del Sur y Japón–. Según Felt, esta Copa del Mundo tuvo un gasto de entre 5.600 y 7.840 millones de dólares. Hay que señalar que este economista solo se refiere al gasto en infraestructuras y incluye la organización del evento que, en el caso del Mundial de 2030, supondría el 48 % del presupuesto.