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El ex presidente de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig.EFE

Sorpresa empresarial tras desvelarse que el proyecto de gigafactoría de Ximo Puig era una treta

El CEO de Power Electronics admite que «el objetivo no era que (su empresa) consiguiera montar una fábrica de baterías, sino que se ubicara una en la Comunitat Valenciana»

Culebrón en Valencia. El gran proyecto para construir una gigafábrica de baterías en la Comunidad Valenciana era en realidad una treta para atraer a algún gran fabricante. Así lo ha reconocido el CEO de Power Electronics, David Salvo, que aseguró que el objetivo de lo que en su día se denominó la Alianza Valenciana de Baterías «no era montar una fábrica de baterías sino que se ubicara una» en la Comunidad.

Fue «por petición de Presidencia, que necesitaba un proyecto tractor y nosotros ayudamos en lo que pudimos», según reconoció Salvo. Un proyecto que, según afirma, «estaba encauzado hasta que llegó Volkswagen y lo hizo suyo». En marzo de 2022 el fabricante alemán, de la mano de Seat, confirmó la construcción de una factoría de baterías en Sagunto que estará operativa en 2026 y empleará a unas 3.000 personas.

El proyecto de Power Electronics iba a crear 30.000 puestos de trabajo con una inversión de 2.000 millones de euros. Fue apadrinado, entre otros, por Teresa Ribera, que de hecho aprovechó una visita a sus instalaciones para anunciar una ampliación al programa de ayuda a la compra de coches eléctricos, Moves, atrayendo el foco mediático sobre el.

El reconocimiento de Salvo ha causado sorpresa en los círculos empresariales valencianos. El presidente del Clúster de Automoción y Movilidad de la Comunitat, Alvia, aseguró este jueves estar «un poquito descolocado» aunque reconoció que «tampoco es que (en el proyecto) hubiera mucha actividad». Preguntado sobre si se trataba de un proyecto teórico, puntualizó que se trataba de una iniciativa «teórico práctica», según recoge Ep.

Ximo Puig y Teresa Ribera durante una visita a las instalaciones de la empresa Power ElectronicsPower Electronics

Más allá del estupor empresarial, el reconocimiento de Power Electronics ha causado también una pequeña tormenta política. Ximo Puig se ha defendido asegurando que mientras estaba en el Gobierno «había la posibilidad» de que Power Electronics llevara a cabo su proyecto. «Ahora ya no lo sé», aseguró.

«Si solo se hubiera atraído la inversión de Volkswagen, ya sería muy positiva, porque ha sido la inversión industrial más importante que se hará en España en los próximos años», ha asegurado el dirigente socialista, quien ha admitido que la Alianza era una estrategia política.

«Claro, es una estrategia política para conseguir una gigafactoria y lo hemos conseguido», ha apuntado. «Siempre ha habido la intención de que se pudiera hacer una nueva planta por parte de Power o de otras empresas», ha añadido. Y es que, según Puig, «ese proyecto no era solo de Power. Había otra gente, muchas otras empresas, y la verdad es que, ya digo, si lo que se dice es que ha sido un incentivo para que venga Volkswagen, pues ya estaría bien».

Por su parte, la consellera de Hacienda de la Generalitat, Ruth Merino, consideró que «el fin no siempre justifica los medios». «Hay formas y formas de hacer las cosas. Creo que se pueden utilizar otros medios para conseguir fines y sin engañar a la gente», afirmó.