Imagen panorámica de Astaná
El Corredor Medio, la nueva ruta de la seda para sacar del tablero a Rusia
Europa busca nuevas alternativas comerciales al paso del norte, controlado por el Kremlin
La invasión rusa de Ucrania ha cambiado las reglas del Gran Juego en Asia Central. Europa busca vías comerciales más estables con China fuera de la órbita de Rusia y la solución puede encontrarse en una moderna Ruta de la Seda, el Corredor Medio.
El Corredor Medio, también conocido como Ruta de Transporte Internacional del Transcaspio, es una red de líneas ferroviarias y marítimas de unos 7.000 kilómetros que une China con Europa a través de Kazajistán, Azerbaiyán, Georgia y Turquía. Permite reducir el tiempo el tránsito de mercancías a solo doce días, aproximadamente la mitad del tiempo que tarda la ruta marítima a través del Índico y siete días menos que el Corredor Norte, que pasa por Rusia.
El más interesado en el tema ha sido Kazajistán, consciente de que la invasión de Ucrania y las posteriores sanciones a Rusia han colocado al país en una situación inmejorable para convertirse en una potencia regional. Tras los disturbios de 2022, los esfuerzos del presidente Kasim-Jomart Tokáyev se han centrado en asegurar la estabilidad y convertir al país en un destino atractivo para los inversores internacionales. Para ello es fundamental el Corredor Medio.
El pasado mes de junio, Kazajistán Azerbaiyán y Georgia firmaron un acuerdo para estandarizar tarifas, agilizar las regulaciones de carga y simplificar los procedimientos aduaneros con el objetivo de eliminar los cuellos de botella que tradicionalmente han obstaculizado un mayor flujo de mercancías a lo largo de esta ruta.
El Corredor Medio no solo es la vía más corta y rápida, sino también la más segura
No es una cuestión baladí. Además de acelerar el comercio, esta ruta ofrece importantes ventajas de mitigación de riesgos en un escenario especialmente crucial para las empresas que deben cumplir con regulaciones de sanciones cada vez más estrictas. Es decir, el Corredor Medio no solo es una vía más corta y rápida, sino también más segura. No obstante, todavía son muchos los desafíos a los que se enfrenta.
A pesar del espectacular incremento del tráfico de mercancías que ha experimentado en los últimos años, el volumen de carga transportada en el Corredor Medio apenas representa el 10 % del total registrado en la ruta del norte, todavía más económica. El Banco Europeo para la Reconstrucción y el Desarrollo (BERD) calcula que serán necesarios unos 20.000 millones de dólares para solucionar los obstáculos logísticos y de infraestructuras, especialmente de las terminales de carga y los sistemas ferroviarios.
Apoyo de Occidente
El proyecto, eso sí, cuenta con el total respaldo de Occidente. Para Estados Unidos, potenciar el Corredor Medio permitirá reducir la influencia rusa sobre las rutas comerciales euroasiáticas, así como el acceso a los emergentes mercados centroasiáticos. La Unión Europea, por su parte, tiene en esta vía una oportunidad para aumentar su influencia de acuerdo con la Estrategia para Asia Central.
Aunque las inversiones necesarias son formidables, también lo son las oportunidades que se abren ya que el Corredor Medio no es una simple alternativa al tránsito, sino que supone un punto de inflexión en el panorama geopolítico y económico de la región. Kazajistán es además uno de los mayores exportadores de gas y petróleo y cuenta con importantes yacimientos minerales.
