Este Gobierno ha generado una deuda de 9,2 millones euros a la hora
La gente de la calle vive engañada por medios de comunicación completamente pagados con dinero público
Sí, les ruego que se asusten. Cada hora que pasa, este personaje que está a punto de creerse omnipotente por la gracia de su capacidad de mentir –o como el gusta de decir, cambiar de opinión– nos endeuda en más de 9 millones de euros por hora. Para que no me digan que no soy exacto, en 9.242.442 euros cada hora desde que llegó al Gobierno.
Muchos de ustedes se harán la pregunta de cómo hemos sido capaces de llegar aquí y la respuesta es muy sencilla: se llama gobierno Frankenstein.
Frankenstein era un joven suizo, estudiante de medicina en Ingolstadt, obsesionado por conocer «los secretos del cielo y la tierra». En su afán por desentrañar «la misteriosa alma del hombre», crea un cuerpo a partir de la unión de distintas partes de cadáveres diseccionados.
Sánchez, un joven alumno de Zapatero, transforma un partido socialista a partir de dejar todos los cadáveres necesarios para obtener su triunfo, triunfo que es no conseguir nunca superar la barrera de 123 diputados y, para ello, tener que depender siempre para poder gobernar de un grupo comunista modernizado con las ideas venezolanas y su dinero más el soporte económico de Irán. Pero, como ello no es suficiente, hay que tirar de vascos y catalanes, incluidos los terroristas con sus manos manchadas de más de 900 asesinatos, los golpistas en la cárcel y el fugado cagón que huyó a Waterloo en el maletero de un coche.
La novela de Frankenstein nos obliga a reflexionar sobre todo de los peligros de la ambición desmedida, la falta de responsabilidad ante nuestras creaciones y el poder destructivo de la soledad y el aislamiento.
Este es justo el gran problema que tiene nuestro Frankenstein, un ególatra desmedido con una ambición total, dispuesto a hacer lo que haga falta para cambiar la sociedad a su gusto a pesar de la soledad y el aislamiento en el que se encuentra. Está solo rodeado de vampiros chupasangres, que lo único que pretenden es obtener el máximo rédito posible de tener alguien en el poder que no puede gobernar sin su consentimiento.
Para ello se ve en la necesidad de pagar por todo lo que hace y, como los ingresos no son suficientes para pagar los gastos, necesita pedir dinero prestado a los mercados. Así, en 5 años y cuatro meses, que equivalen a 168 millones de segundos o 2.800.800 minutos o 46.680 horas o 1.945 días, ha necesitado endeudarnos en 431.437 millones de euros.
Cada día surgen nuevas necesidades, bien sean para conservar votos como en el entorno de los 9 millones de pensionistas a los que, les convence de que les sube las pensiones un 8,5 % cuando simultáneamente no actualiza las tablas de retención del IRPF y, por lo tanto, la subida de la pensión no tiene nada que ver y en alguno de los casos, por salto de tramo, sus ingresos netos apenas llegan para paliar la mitad del efecto real de la inversión.
Lo mismo hace con los 3,5 millones de empleados públicos, con lo que negocia subidas salariales por tramos, que espera no tener que aplicar y que cuando se aplican necesitan de ingresos adicionales, que no existen y para pagar pide prestado dinero.
La gente de la calle vive engañada por medios de comunicación completamente pagados con dinero público
La realidad económica de nuestro país es muy dura y mucho más que lo va a ser, pero la gente de la calle vive engañada por medios de comunicación completamente pagados con dinero público de publicidad para informar lo bien que lo hace el gobierno con los Fondos Next Generation, que nadie sabe realmente para que han servido, o con subvenciones para que informen con la voz de un Frankenstein apolíneo, con una enorme capacidad de engatusar y que le da lo mismo hoy decir lo contrario de ayer.
Ha conseguido que el Reino de España esté sobreendeudado, ese que él quiere destruir para convertirlo en una República en donde el Presidente sea omnímodo y que cada vez que hable sea ex cátedra, con la infalibilidad que le dan los medios de comunicación que expanden su mensaje de que lo único malo en el mundo es la derecha, y ese sobreendeudamiento nos pasará una factura muy cara de pagar.
Y todo ello, como el dinero que recauda de los ricos y de los no tan ricos, de las grandes y malvadas empresas y de los pequeños y medianos empresarios que solo tratan de timar a sus empleados, nunca es suficiente, se ve siempre en la necesidad de pedir prestado, algo que él cree saber que nunca devolverá y si hay que devolverlo lo tendrá que hacer la «derecha fascista» que al hacerlo se estará suicidando, de cara al futuro.
Solo miren este cuadro estadístico y tiemblen, porque aquí no está la deuda de las Comunidades Autónomas, ni de las Corporaciones locales.
En 5 años y 4 meses la deuda ha subido en 431.437 millones, pero esto ni yo mismo lo puedo calibrar así que miren este segundo cuadro, que a lo mejor nos ayuda a todos a comprender mejor el tamaño del agujero que Frankenstein está creando, no en la capa de ozono, sino en la economía española.
Cada segundo se podría pagar a 2,5 pensionistas su pensión mensual. Cada minuto se podría pagar a uno de los políticos de nuestro país, su salario bruto, sus cotizaciones sociales, sus gastos de desplazamiento para venir a Madrid, su vivienda en Madrid y sus gastos varios.
En las primeras 15 horas tendríamos resuelto el problema de un año de los 4.000 pacientes de ELA, que están abandonados y dejados de la mano de este gobierno Frankenstein. Y así podría seguir con cada día o con cada mes.
Pero ahora prefiero que piensen un poco ustedes, que se podría hacer con todo ese dinero que se gasta de forma inútil un gobierno que existe porque solo una persona lo ha decidido y que se llama Pedro Sánchez.