De Talgo a Ercros, el capital extranjero se lanza a por las empresas españolas y hay quien hace negocio
Nuestras empresas, a pesar del tiempo transcurrido, han seguido en esta postpandemia con resultados muy pobres
Recordarán que hace un par de meses reflexionábamos sobre la situación financiera de las empresas españolas. Decíamos que prácticamente todas estaban a tiro de opa. No era ningún secreto. Tampoco lo era que algunas lo esperaban como agua de mayo, aunque aún quede mes y medio. Pues bien, la realidad siempre supera la ficción. Si echamos la vista atrás, en los últimos tres años me salen catorce –sí catorce– ofertas públicas de adquisición (opas) sobre empresas españolas que cotizan. Once ya han sido autorizadas por la CNMV. Faltarían solo las de Apollo sobre Applus: la de Magyar Vagon sobre Talgo y la de Bondalti sobre Ercros. Algunas de ellas son más que interesantes.
A finales del pasado mes de febrero, la CNMV dio por fin luz verde a dos opas que se lanzaron el año pasado y que tenía pendientes de aprobación el regulador. Eran las de Helena Revoredo sobre Prosegur y la del fondo francés Antin sobre Opdenergy. Lanzadas en junio, la empresa de renovables llevaba casi un año esperando la entrada del fondo francés Antin a través de su brazo inversor GCE Bidco. Y aunque los mercados daban por hechas ambas operaciones, el retraso servía para constatar una vez más la parálisis o pereza del regulador de nuestro mercado ante operaciones más que razonables y convenientes.
Más rápida ha sido la opa amistosa de Magyar Vagon y el Estado húngaro sobre Talgo. Y lo ha sido porque tanto el fondo estadounidense Trilantic, como la familia Oriol y Juan Abelló, que suman el 40 % del capital de la empresa, llegaron al acuerdo de vender sus participaciones gracias a una valoración de 619 millones de euros. Nuestro tren de alta velocidad pasa así a ser propiedad de Magyar Vagon participada en 55 % por el consorcio Ganz-Mavag, y en un 45 % por la sociedad estatal húngara Corvinus.
La oferta son 5 euros por cada título en una operación valorada en 619 millones de euros. Solo queda el visto bueno del Consejo de Ministros, tarea nada fácil si tenemos en cuenta que el Ministro de Transporte, Óscar Puente, ya se ha manifestado en contra aludiendo a la existencia de capital ruso en el consorcio oferente, cuestión nada fácil de demostrar y que niega rotundamente Ganz-Mavag en la nota que remitió a la CNMV. Ya se ve que en España algunos pueden pactar con los rusos pero otros no tanto.
Ya se ve que en España algunos pueden pactar con los rusos pero otros no tanto
Más madera. Bondalti Iberica, filial de la química portuguesa Bondalti, acaba de lanzar otra opa sobre el 100 % del histórico grupo industrial español Ercros, centrado en la fabricación y venta de productos químicos y farmacéuticos. La oferta presentada la semana pasada supone valorar en unos 330 millones de euros a Ercros la empresa química española que tiene más de 1.300 empleados y que redujo su beneficio un 56 % en 2023.
La opa, de carácter voluntario, se presenta sobre la totalidad de las acciones a un precio de 3,6 euros por título. La única pega es que el Gobierno deberá decidir si aplica el llamado escudo anti-opas, aquel mecanismo aprobado tras la pandemia y el desplome de los mercados bursátiles, que pretendía impedir que inversores extranjeros tomasen posiciones relevantes en empresas estratégicas españolas aprovechando los bajos precios de cotización.
Empresas ¿estratégicas?
Pero la realidad es que nuestras empresas, a pesar del tiempo transcurrido, han seguido en esta postpandemia con resultados muy pobres. Y aquello de ser estratégicas ya sabemos cómo ha terminado: no hay más que mirar a Telefónica e Indra. Tiene gracia que Bondalti haya garantizado que mantendrá la sede de la compañía en Barcelona para que el Gobierno se ablande. La última decisión la tendrá Carlos zapatillas Cuerpo.
Y una reflexión final. Aunque la mayoría de los que han ofrecido opas han contado con fondos necesarios para enfrentarse a ellas, el Banco de Santander ha sido el avalista de nueve de las opas presentadas y, en alguno de los casos, en solitario como en la de Bondalti por Ercros, Apollo por Applus y la de FCC por Metrovacesa. En total, el Santander ha avalado 5.413 millones de euros en opas. Para que luego digan que las opas no son negocio.