A Europa le faltan 107.000 millones al año en Defensa
Hay que ir convenciendo a Alemania para que vaya sacando del bolsillo un mínimo de 39.916 millones más de gasto, a Italia 13.404 millones, a España 12.554 millones...
Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, ha abierto una caja de Pandora y no sé si es consciente de lo que acaba de hacer y decir: «Debemos adaptar nuestro modelo económico e invertir mucho más en la industria de defensa para proteger nuestra estabilidad y seguridad».
La Unión Europea y sus 27 miembros se encuentran en una grave e importante encrucijada: qué hacer exactamente con la guerra de Ucrania, pero hay un tema que es determinante: hoy la Unión Europea es un auténtico bluf en lo que respecta a material armamentístico y en cuanto a una industria que sea capaz de producir armamento.
Somos, con perdón, los últimos de la fila, y dependemos de los Estados Unidos, a quien tenemos que comprar el mayor porcentaje de armas porque nunca hemos querido desarrollar una industria para la defensa de la Unión Europea, a excepción de Francia.
Hay que recordar que el primer paso para crear la UE se da en 1951 cuando se crea la Comunidad Europea del Carbón y del Acero con 6 países (Francia, Alemania, Italia, Países Bajos, Bélgica y Luxemburgo), con la idea de no volver a caer en el error de una tercera guerra mundial en suelo europeo.
No hay que olvidar la frase del padre de lo que es hoy la Unión Europea, Robert Schuman, y tampoco en el momento en que se dijo: «La puesta en común de las producciones de carbón y de acero (...) cambiará el destino de esas regiones que durante tanto tiempo se han dedicado a la fabricación de armas, de las que ellas mismas han sido las primeras víctimas.»
Por ello, quizás en ningún momento la UE se ha planteado que un día correría peligro, y que el peligro de nuevo viene de la propia Europa. Ese peligro es Rusia, y mucho más si gana la guerra a Ucrania.
Por este motivo, hasta hoy y con las recientes incorporaciones de Suecia y Finlandia, ya son 23 los países que forman parte de la OTAN. Se quedan fuera Austria, Chipre, Irlanda y Malta, pero el gran compromiso de todos los países que forman parte de esta organización armada, desde el 2006, es que los países acordaron una directriz que establece un gasto mínimo en Defensa del 2 % del PIB.
Pero hoy vamos a ver que esto, que es un compromiso firmado y pactado entre todos, está muy lejos de ser una realidad. Vamos a verlo con los datos oficiales de Eurostat hasta el 2022.
La Unión Europea, en su conjunto, dedica a Defensa 199.534 millones de euros, que equivalen al 1,3 % del PIB de los 23 países que forman parte del OTAN. Es un auténtico desastre, y le da la razón a Donald Trump. Cuando Estados Unidos dedicaba el 3,4 % y sigue dedicándolo, no es de extrañar que las cosas vuelvan a enrarecerse con ese mandatario si vuelve a ganar las elecciones en Estados Unidos.
Entre los grandes países de la Unión Europea tenemos a Alemania, que solo dedica el 1 %; Francia, que es el que más dedica de entre los grandes: un 1,8 %; Italia, que dedica un 1,3 %; España, solo un 1,1 %; Países Bajos, un 1,3 %, y Polonia, un 1,6 %.
Lo que he hecho a continuación es calcular cuánto falta país a país para llegar al 2 % que es el compromiso con la OTAN. Resulta que a la UE le faltan en el 2022 nada más y nada menos que 107.442 millones de euros, pensando que hay algún país que le sobra presupuesto.
Si Charles Michel quiere empezar por apretar el acelerador en este tema para hacer fuerte a la Unión Europea dentro de 20 años, si consigue sobrevivir al supremacismo ruso, tiene que convencer a Alemania para que vaya sacando del bolsillo un mínimo de 39.916 millones más de gasto, a Italia 13.404 millones, a España 12.554 millones, a Países Bajos 6.787 millones, a Francia 5.371 millones y a Polonia 2.650 millones.
Me gustará ver la cara de Pedro Sánchez si no le queda otro remedio que llegar a un acuerdo en el Consejo Europeo para que España dedique el 2 % a Defensa y, cuando llegue a España, tenga que decir a sus socios que va a dedicarle 13.000 millones a armamento para defender a la UE de Rusia.