Sareb dispara sus pérdidas un 46 % en 2023 y asume que no podrá devolver toda la deuda
Registró unas pérdidas de 2.198 millones por las minusvalías en las ventas y el aumento de los gastos financieros
Pintan bastos para la Sareb. El conocido como ‘banco malo’ disparó sus pérdidas en 2023 hasta los 2.198 millones de euros por las minusvalías en las ventas y el aumento de los gastos financieros y reconoce que no va a ser posible amortizar la deuda de aquí a 2027, cuando está prevista su disolución.
Con un patrimonio neto negativo de 14.646 millones y un pasivo pendiente de liquidación de 29.413 millones, el equipo directivo del organismo ha reconocido que parte de la deuda no se podrá amortizar. Será el Tesoro el que decida qué hacer con esas obligaciones, que ya se computa como deuda pública.
El consejero delegado, Leopoldo Puig, ha apuntado que toda la cartera de activos inmobiliarios es imposible de vender en 2027 con el canal minorista, aunque el objetivo es «venderlo como si no hubiera un mañana».
En este sentido, en la cartera de desinversión la compañía registró 26.262 activos inmobiliarios y 3.429 activos financieros vendidos. Además, vendió 10.500 viviendas en 2023, mucho en el arco mediterráneo, a un precio medio de 90.000 euros, y en un 90 % a personas físicas.
Sareb quiere hacer un esfuerzo este año con la venta de obra parada y sobre todo del suelo, donde asegura tener «un carterón». En cuanto a la cartera de desarrollo inmobiliario, se contabilizaron 5.980 unidades vendidas en 2023.
La compañía, participada en más de un 50 % por el Estado, canceló el año pasado 1.068 millones de deuda gracias al incremento de los ingresos en 2023, logró un récord anual en la reducción de la cartera de 3.220 millones e insiste en que su objetivo es el repago de la deuda.
La Sareb, creada en 2012 para gestionar y vender los activos problemáticos de las antiguas cajas de ahorro que recibieron ayudas públicas, registró un valor de cartera de 23.104 millones, un ajuste por valoración de activos de 9.903 millones afectado por la subida de tipos, y estima que estas minusvalías (entre el valor en libros de los activos y el precio de venta) van a seguir registrándose ya que es una cartera complicada, especialmente en suelos, donde este desfase es del 60 %.
Además, contabilizó unos gastos financieros de 861 millones y unos ingresos de 2.748 millones, un 16 % más, con un récord de ventas que alcanzó 36.690 unidades, el 35 % más, gracias a las ventas de activos terciarios, obras en curso y suelos, así como a las viviendas de obra nueva de Árqura Homes.