Las pensiones nos van a costar 10.500 millones más que el año pasado

Cada día que pasa salen más noticias en los medios de comunicación haciendo referencia al temor que tiene Bruselas de un crack español de las pensiones. Y no estoy solo cuando digo que es uno de los problemas más graves que tiene nuestra economía, junto a la vivienda y el paro –el real y el juvenil–. Estos tres problemas tiene diferentes maneras de ser abordado, pero solo se encontrará la salida de emergencia si se trataja en equipo, parafraseando a Marc Vidal.

Ya sé que estoy mentando a la bicha. A los zurdos no les entra en la cabeza sentarse con los partidos constitucionalistas –entre los que están PP y Vox– para tratar qué hacer con las pensiones, qué planes poner en marcha, cuándo implementarlos y cómo financiarlos. Pero si no se ponen de acuerdo con un plan que nadie va a modridicar salvo con consenso, pronto veremos que las llamadas de Bruselas se vuelven más insistentes y de obligado cumplimiento. Entonces, haremos la típica componenda que no servirá sino para agravar el problema.

En diciembre de 2014, el gasto mensual de las pensiones era de 8.126 millones y tardamos cuatro años en superar los 9.000 millones y tres más en los 10.000 millones. En 2022 cerramos en 10.942 millones, en 2023 en 112.120 millones y este año superaremos los 13.000. Todo indica que, a mediados de 2026, ya estaremos en los 15.000 millones que, multiplicados por 14 pagas, nos disparará el gasto hasta los 210.000 millones.

El gasto será insostenible a no ser que el PIB crezca un 5 % en términos reales, algo que no ha pasado nunca

Esto significa que, en doce años, habremos doblado el coste de las pensiones y las volveremos a doblar en solo seis. Entonces no habrá marcha atrás por mucho que crezca el PIB, salvo que este lo haga en términos reales un 5 %, algo que no ha pasado nunca en nuestra economía.

La situación cada vez es más seria. El déficit de la Seguridad Social este año equivaldrá al 100 % del déficit del Estado enviado a Bruselas, aunque se les haya dicho que será de 4.000 millones y que todo el Reino de España se quedará en 45.000 millones.

La realidad es que habrá que enviar Transferencias Corrientes a la Seguridad Social por valor de 45.000 millones para que, junto con sus ingresos por cotizaciones sociales, no tenga que acudir a los mercados a pedir deuda, que es la otra gran variable que controla Bruselas.

Pero veamos la información que he preparado:

Así, tenemos que en los cinco primeros meses del año en 2023 pagamos 59.706 millones de euros en 10.019.689 de pensiones a finales de ese período. Un año después el pago ha llegado hasta los 63.455 millones, que suponen un incremento del 6,3 % con un valor nominal han sido 3.749 millones más de gasto.

El problema está en que el número de pensiones se ha incrementado en solo doce meses en 130.839 pensiones más que en el año pasado, que aunque aparentemente solo supone un 1,3 % más, que unido al incremento del 5 % de la pensión media, es donde se produce la necesidad de tener que buscar 10.500 millones adicionales a los que pagamos el año pasado.

Buscar 10.500 millones más con unos Presupuestos Generales prorrogados, con un Gobierno atado de pies y manos, donde parece que los únicos que le son ligeramente fieles a Sánchez son los etarras de Bildu, donde sus socios de gobierno saben que les ha comido el queso, los republicanos independentistas catalanes necesitan hacer algo para no terminar también fagocitados y donde el fugado le tiene muchas ganas a Sánchez, la situación económica se va a seguir deteriorando.

No vamos a hacer nada por las pensiones, menos por las viviendas y, como ya sabemos, nada por el paro, así que simplemente nos falta esperar a que Bruselas nos llame y nos ponga firmes como ya lo hizo con Zapatero.