Trabajo presenta, forzado por Moncloa, una nueva propuesta de reducción de jornada en pleno clima de paro patronal
Yolanda Díaz ya ha adelantado que no aceptará ampliar la horas extraordinarias como ha pedido CEOE
Crece la tensión entre la patronal y Trabajo a cuenta de la reducción de jornada laboral. Este lunes se retoman las negociaciones con los agentes sociales en medio de un clima de incertidumbre tras el ultimátum impuesto hace unas semanas por el secretario de Estado, Joaquín Pérez Rey, que ha llevado a los empresarios a denunciar públicamente el intervencionismo del Gobierno y obligado al Ministerio de Economía a intervenir para pedir un «punto de equilibrio».
Las relaciones penden de un hilo. La patronal ha mostrado su voluntad en negociar, pero no va a aceptar la imposición unilateral de las condiciones del Ministerio, como ya ocurrió durante el acuerdo para el aumento del salario mínimo interprofesional (SMI), y menos bajo amenazas. Tampoco entienden que las necesidades de Yolanda Díaz por salir en la foto hayan dinamitado el V acuerdo para el empleo y la negociación colectiva firmado con los sindicatos el pasado año y que ya establecía las subidas salariales.
La reducción de jornada ya está contemplada en los convenios colectivos, cuya duración media se sitúa en poco más de 38 horas semanales en la actualidad. Aquellos que superan las 39,5 horas apenas representan el 7,9 % de los acuerdos y están condicionados por las particularidades del servicio. «Las empresas que han podido reducir la jornada por cuestiones de productividad ya lo han hecho, no hay necesidad de intervenir», apunta desde la patronal.
Una reducción a las 37,5 horas semanales supondría a las empresas un coste de 42.400 millones de euros, por lo que no están dispuestos a pasar por el aro si no se compensa con un incremento de las horas extra, limitadas en la actualidad a las 80 al año. Precisamente este fue uno de los puntos de fricción con los sindicatos durante la negociación bipartita que Trabajo disolvió por «falta de avances».
«Esto es un monólogo social, hemos planteado de todo y no nos han escuchado en nada», explicó Antonio Garamendi hace unos días. Cepyme, incluso, organizó el pasado miércoles un acto para la lectura de un manifiesto por «la libertad de empresa», en el que exigieron al Gobierno la renuncia a la «política persecutoria e incriminatoria hacia el empresario» y las «injerencias unilaterales».
De hecho, durante el acto hubo voces que sugirieron la posibilidad de un paro patronal, una figura inédita a nivel nacional en España y que llevó a Carlos Cuerpo a pronunciarse para pedir un «punto de equilibrio». «Sectores como el comercio, hostelería, construcción, agricultura se verían afectados en mayor medida, así como las pymes, que también se podrían ver afectadas en mayor medida porque tienen menor flexibilidad en este caso de reajustar personal u horas», reconoció el ministro.
En cualquier caso, no parece que Trabajo esté dispuesto a ceder. Díaz ha adelantado que planteará una nueva propuesta a CEOE y Cepyme este lunes, pero no será a cambio de ampliar las extraordinarias. «Si la propuesta que hace el señor Garamendi es que aceptan reducir 37 horas y media a cambio de ampliar las horas extraordinarias a 150 horas, ya les digo yo que eso es una jornada reducida fake y no va a ser. No la vamos a hacer en el Gobierno de España», ha advertido.