El desastre de junio: la deuda se dispara hasta los 55.161 millones en el primer semestre

Lo peor que podía pasar ha pasado, pero no por ello era esperado. Cualquiera que lea habitualmente mis artículos sabe que mi gran preocupación con respecto a la economía española es la deuda. Más cuando sé que en Francia pueden surgir muchas tensiones sobre la prima de riesgo, en función de los resultados electorales que se produzcan.

Macron cometió un error estratégico que puede costarle a su país un gran disgusto, porque los gastos públicos están desmadrados y, como consecuencia de ello, la deuda pública y el déficit acompañan al gasto público en una vorágine cada día más difícil de parar. Exactamente igual nos está pasando a nosotros y cualquier cosa que pase en nuestro entorno, y más en un país como Francia, nos puede contaminar y hacérnoslo pasar mal a nosotros.

El Tesoro Público acaba de publicar el viernes día 5 la situación de la Deuda de la Administración Central del Estado y el resultado ha sido pavoroso. El dato final presentado por el Tesoro Público ha sido de 1,437 billones de euros, lo que supone que, con respecto a diciembre de 2023, la deuda ha crecido en 55.161 millones de euros. Pero con respecto a mayo, también ha sido un auténtico palo: ha crecido en 23.790 millones.

Ya sabíamos que en junio se iba a producir una debacle de este tamaño, y esto iba a pasar porque ha habido que pagar una paga doble a los pensionistas, que han recibido en junio más de 25.500 millones de euros, y a los empleados públicos, que han recibido más de 23.000 millones. Eso sin contar que se les ha pagado las subidas del 2,5 % con carácter retroactivo.

Estamos en un país con un Gobierno que se ha acostumbrado a que la fiesta de sus decisiones se paga con dinero de terceros

Sólo estas dos partidas iban a suponer 24.000 millones extras que habría que sacar de algún sitio, y se ha sacado de pedir prestado para pagar. Aunque suene muy duro decirlo, estamos en un país con un gobierno que se ha acostumbrado a que la fiesta de sus decisiones se paga con dinero de terceros.

Lo que parece que se le olvida al Gobierno es que el día que los que nos prestan digan que hasta aquí hemos llegado, y que además empiecen a pedir que les devolvamos al vencimiento lo que les debemos, las cosas se van a poner tan difíciles que igual no podemos pagar nada como país. Como consecuencia de ello, los que no pueden pagar son los 3,5 millones de empleados públicos y los 9,2 millones de pensionistas, porque resulta que no cobran ni sus salarios ni sus pensiones.

Pero de momento, seguimos con lo de patada al balón para adelante. La pregunta es: ¿hasta cuándo?

Que en seis meses la Administración Central del Estado haya tenido que pedir prestados 55.161 millones implica que, en buena lid y sin hacer trampas en la Contabilidad Nacional, a 31 de diciembre habremos tenido que pedir 110.000 millones, a los que habrá que añadir lo que hayan necesitado las comunidades autónomas y las Corporaciones Locales.

Para que se vea en qué tipo de compromiso de pago nos hemos endeudado, he preparado con la información del Tesoro Público el siguiente cuadro:

Así vemos que en Letras del Tesoro hasta 12 meses nos hemos endeudado en 1.060 millones más; en Bonos hasta 7 años, 12.205 millones; y en el resto, sobre todo en obligaciones a largo plazo, lo hemos hecho en 41.896 millones.

Es decir, hacemos lo de siempre: chutar el balón lo más lejos posible para que así no nos coja el toro nada más salir a la plaza. Pero, a pesar de todo, la deuda sigue venciendo y ya hemos tenido que renovar más de 100.000 millones que no hemos amortizado ni en los buenos días. Viene un julio calentito con otros vencimientos de 25.308 millones, y de agosto a diciembre suman otros 75.000 millones.

Estamos hablando de que solo en vencimientos en el segundo semestre tenemos que pedir prestados para pagar deuda que vence otros 100.000 millones, más los teóricos 55.000 millones más que nos vamos a endeudar en los próximos 6 meses.

En unos días aparecerá la Deuda bajo el Protocolo del Déficit Excesivo y nos comunicarán que en mayo España ha hecho un esfuerzo y se ha vuelto a colocar por debajo del 1,6 billón, lo cual demuestra que bien va la economía. A finales de agosto, con la caraja del calor y de las vacaciones, ni nos daremos cuenta de que estaremos en 1,62 billones a mes de junio en términos consolidados, lo que supondrá que solo nos quedarán 8.000 millones para endeudarnos en el segundo semestre, cuando nos hemos endeudado en el primero en 55.000 millones.