La falta de vivienda nueva irá a peor: los hogares crecerán más de lo previsto y el doble que los pisos

El mercado inmobiliario continúa mostrando fortaleza. Y es que, a pesar de que las compraventas han caído un 4,1 % de enero a mayo con respecto al mismo periodo de 2023, el volumen de actividad ha sido un 43 % superior al de la década precovid.

Y seguirá al alza porque, según las previsiones del sector inmobiliario español para 2024 y 2025 de CaixaBank Research, el número de compraventas se situará en torno a las 565.000 unidades por año.

Así, mientras que la demanda de vivienda permanecerá en niveles históricamente elevados, mientras que, por el contrario, la oferta seguirá siendo rígida. Sobre todo, la de la vivienda nueva, que seguirá lastrada por la falta de suelo y la escasez de mano de obra cualificada.

En concreto, según CaixaBank Research, los visados de obra nueva se situarán alrededor de los 115.000 en 2024 y se incrementarán hasta los 125.000 en 2025. Son unas cifras muy inferiores a las proyecciones de nuevos hogares del Instituto Nacional de Estadística, que anticipa que entre 2024 y 2028 se van a crear 330.000 hogares por año, un 33 % más que en las anteriores proyecciones, en las que se contemplaba la creación de unos 220.000 hogares.

Precios al alza

Desde CaixaBank Research prevén que «el descenso de los tipos de interés y el desajuste entre la oferta y demanda seguirán presionando los precios de la vivienda». Se espera que crezcan un 5 % en 2024 –un 1,5 % más de lo estimado por el centro de estudios de la entidad bancaria con anterioridad– y un 2,8 % en 2025 –anteriormente habían proyectado un crecimiento del 2,5 %–.

Aun así, se encuentra un 27 % por debajo de los niveles de 2007. Aunque, en el caso de la vivienda nueva, tan solo se encuentra un 1,8 % por debajo de el máximo alcanzando durante el boom inmobiliario.

Problemas de acceso

Esta situación esta agravando los problemas de acceso a la vivienda para determinados colectivos, como es el caso de lo jóvenes. El 65,9 % de los jóvenes entre 18 y 34 años no se habían emancipado en 2022, es casi un 13 % más que los que no lo habían hecho en 2008 -53 %-.

«Aunque varios factores sociodemográficos pueden incidir en el retraso de la decisión de emanciparse, es evidente que también influyen factores de carácter económico como es la situación de los jóvenes en el mercado laboral y la evolución del mercado inmobiliario, donde se han registrado crecimientos del precio de la vivienda superiores a los de los salarios de los jóvenes», asegura Judit Monturiol, economista sénior del servicio de estudios de CaixaBank.

Además, otro dato muy llamativo que refleja la realidad del mercado inmobiliario es que, entre los jóvenes que se han emancipado en 2002, el 66 % de ellos accedían a una vivienda en propiedad, mientras que en 2022 ese porcentaje fue del 31,8 % –34 puntos porcentuales menos–.

El informe de CaixaBank destaca la importancia de aumentar la oferta de vivienda asequible. Para ello, «es muy importante adoptar un conjunto de políticas públicas que permitan mejorar las condiciones de acceso a la vivienda, tanto en alquiler como en propiedad. Y también aumentar la oferta, para dinamizar el parque actual que es insuficiente para cubrir las necesidades de población», ha asegurado Judit Monturiol. Pero para que esto funcione, asegura, es indispensable la colaboración público-privada.