El pinchazo de la jornada laboral de cuatro días en Japón: no quieren trabajar menos
Ya son varios los países en los que sus Gobiernos se están planteando introducir la jornada laboral de cuatro días. Uno de los últimos en hacerlo ha sido Reino Unido, que está preparando una reforma laboral para este otoño que modificará los derechos de los trabajadores. Los laboristas quieren proponer un cambio legislativo que facilitará a los trabajadores que así lo deseen pasar de una semana laboral de cinco días, a una de cuatro días, pero realizando el mismo número de horas que están estipuladas en sus contratos laborales.
El otro es Japón. El Gobierno nipón ha querido atraer más mano de obra y mejorar la calidad de vida de sus trabajadores implantando una semana laboral de cuatro días y otros acuerdos flexibles junto con límites a las horas extras realizadas. «Creando una sociedad en la que los trabajadores puedan elegir entre una variedad de estilos de trabajo en función de sus circunstancias, pretendemos crear un vínculo virtuoso de crecimiento y distribución», se lee en un sitio web del ministerio sobre la campaña «hatarakikata kaikaku», citada por Associated Press, y que se traduce como «innovar en la forma en que trabajamos».
El departamento que supervisa los nuevos servicios de apoyo para las empresas dice que hasta ahora solo tres empresas han pedido consejo sobre cambios laborales. Esto muestra ya el desafío al que se enfrenta la iniciativa, y es que el principal problema radica en la cultura laboral del país, en la que muchos trabajadores no conciben descansar más del día impuesto por ley.
Trabajar muchas horas es una norma en Japón, aunque, según informa Associated Press, el 85 % de las empresas aseguran que obligan a sus trabajadores a librar dos días a la semana y que existen restricciones legales sobre las horas extra que se realizan y que se remuneran. Sin embargo, muchos optan por realizar «horas extras de servicio», es decir, sin ser retribuidas.
Una de las primeras empresas en ofrecer este modelo laboral fue el fabricante de productos electrónicos Panasonic Holdings Corp. De los 63.000 trabajadores a los que se les dio la oportunidad de trabajar cuatro días, solo 150 lo aceptaron, según cuenta a Associated Press, Yohei Mori, el encargado de supervisar la iniciativa en una compañía de Panasonic.
Beneficios
Esto muestra que son los propios japoneses los que no quieren trabajar menos, algo que tiene un efecto negativo en la sociedad japonesa. En primer lugar, porque a largo plazo acaba perjudicando al mercado laboral, y es que esta cultura no ayuda a mejorar la tasa de natalidad que tiene el país, por lo que, según datos del gobierno, el número de personas en edad de trabajar se podrían reducir un 40 % en 2065.
Los defensores del modelo que permite descansar tres días a los trabajadores aseguran que alienta a las personas que tienen hijos, a quienes cuidan a familiares mayores, a los jubilados que viven de pensiones y a otros que buscan flexibilidad o ingresos adicionales a permanecer en el mercado laboral durante más tiempo y mejoran la productividad.
Además de la productividad, también fomenta el consumo, porque los días de descanso permiten a los ciudadanos salir más de casa y consumir en los distintos establecimientos y negocios del país. Y a eso hay que añadirle una mejora en la salud de los ciudadanos, y es que un informe del gobierno reveló que Japón tiene al menos 54 muertes debido al exceso de trabajo. Algo que la semana laboral de cuatro días podría cambiar en el país nipón.