La subida salvaje de impuestos que prepara Sánchez no será solo para los ricos del Lamborghini

No ha habido que esperar mucho. Cuando Ángel de la Fuente, director de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), dijo que si Cataluña reducía su aportación al Estado solo había dos opciones, no sabía hasta qué punto iba a resultar profético su informe. Concluía dos opciones claras: o se subían los impuestos, o se reducía el gasto de las comunidades autónomas. Pues bien, Pedro Sánchez ya ha tomado su decisión. Un aumento salvaje de impuestos enmascarado de «alzas fiscales a los que más tienen». ¡Como si no hubiéramos visto ya esta película!

La realidad es que el llamado pacto fiscal obliga a subir un 30 % el tramo estatal de IRPF en el resto de España según los estudios más optimistas, y ese dinero no va a salir solo de los ricos. Pero al presidente le tocaba defender el pacto fiscal con Cataluña, y no pudo aclarar de dónde sacaría el dinero que necesita. Y por eso soltó la tontuna de la subida de impuestos «a los que conducen Lamborghinis». Ni a Zapatero se le hubiera ocurrido una parida así. O quizá sí, y se la sugirió en su encuentro de Lanzarote. Pero ya sabemos a estas alturas –y él también lo sabe– que la subida de impuestos no va a ser solo a las rentas más altas.

Ni a Zapatero se le hubiera ocurrido una parida así. O quizá sí, y se la sugirió en su encuentro en Lanzarote

También anticipó otra vía para conseguir recursos para lo de Cataluña: multiplicar por dos los recursos del Fondo de Compensación Interterritorial. Se le olvidó decir que en 2023 fue de 425 millones y que por mucho que lo doble no llega a los 13.200 millones que calcula Fedea que va a ser la aportación extra a las finanzas catalanas.

La conferencia del presidente, hecha en el Instituto Cervantes ante un público entregado, tuvo momentos típicamente populistas. Anunció la aprobación de un nuevo techo de gasto –aquel que Junts ya tumbó antes del verano– para el Consejo de Ministros de esta semana, previo a la presentación de unos nuevos Presupuestos. Pero cuando tocaba explicar cómo serían esos Presupuestos solo dijo que servirían para poner coto a los privilegios «de ciertas élites». Y anunció que se van a gravar fiscalmente a esos tienen dinero en el banco «para vivir cien vidas». Ya se pueden imaginar dónde se llevarán el dinero los españoles. Toda una amenaza a los ahorradores en un momento especialmente delicado. Claro que al final de este Exocet dijo que esa subida de impuestos la «haremos no para perjudicar a los millonarios, sino para proteger a las clases medias y trabajadoras». ¡Que risa, tía Felisa!

Los impuestos y los trenes

Recordemos algunas otras cuestiones. Primera: este Gobierno lleva ya seis años en el poder. Segunda: en los últimos tres años ha elevado dos veces los gravámenes sobre las rentas de capital. Y si echamos la vista atrás, desde que llegó a la Moncloa, el Gobierno de coalición PSOE-Podemos/Sumar ha aportado 69 alzas fiscales que han provocado que la carga fiscal elevara en tres puntos el PIB. Me dirán que esos impuestos han servido para mejorar los servicios públicos. Pues tampoco: me remito al espectáculo de los trenes de este verano.

Este gobierno ya ha elevado dos veces los gravámenes sobre las rentas de capital

Hoy los ingresos hasta 6.000 euros tributan un 19 %; hasta los 50.000 el 21 %; hasta 200.000 el 23 %; hasta 300.000 el 27 %; y a partir de 300.000 el 28 %. Y este máximo se sitúa por encima del promedio de la Unión Europea que es del 18,6 %. ¿Se imaginan lo que esos ricos, grandes capitales o compradores de Lamborghinis podrían hacer con su dinero? Por cierto, que como ya publicó Anfac en su informe de matriculaciones que conocimos la semana pasada, de enero a agosto de este año se matricularon en España 34 Lamborghinis; y en 2023 46. Y eso, con la Liga de fútbol que tenemos… Vamos: que ese mundo de ricos que nos vende Sánchez solo está en su cabeza y en los vídeos de Tik Tok.

Y una última reflexión. Si es necesario meter mano a «ciertas élites», ¿por qué no lo ha hecho hasta ahora? Recuerdo de nuevo que Pedro Sánchez lleva seis años gobernando. ¿Y ahora ha descubierto que hay tantos Lamborghinis circulando? Estos discursos, por mucho que se hagan en el Instituto Cervantes, no dejan de ser demagogia barata sin datos. Aunque si lo comparamos con el discurso de María Jesús Montero en el Senado explicando el cupo catalán podría merecer el premio Cervantes.

En la última encuesta del CIS, y a pesar de la cocina de Tezanos, un 55 % de los españoles piensa que la sociedad se beneficia poco o nada de la presión fiscal que soportamos. Una nueva subida de IRPF, que siempre recaerá como hasta ahora en las clases medias y no en los ricos, no servirá para que éstos paguen más, sino para que Sánchez pueda vender en Europa un recorte de la deuda y del déficit impone Bruselas para la reactivación de sus reglas fiscales. Y eso Bruselas no nos lo va a perdonar.

Vamos a tener un incremento fiscal como la caída de Constantinopla

Por toda esta palabrería, por el affaire catalán, y por los Presupuestos de 2025 que prepara el Gobierno, me temo que vamos a tener un incremento fiscal como no se conocía desde la caída de Constantinopla. Es también una pena que tanta demagogia no se apoye en cifras. Es lo único que deberíamos conocer para saber cómo podemos enfrentarnos a un otoño en recesión donde el pinchazo de las tecnológicas sigue en Japón y Estados Unidos. Y no quiero insistir en la crítica porque, como decía León Bloy, hay que ser parco en el desprecio, porque hay muchos que lo merecen.