Veinte países de la UE exportan menos que en 2023 y solo siete exportan más

En un momento en que las lenguas minoritarias quieren imponerse a las universales, hay que aprovechar en todo lo que se pueda disfrutar del universal y en el caso del español, usar todas sus capacidades. Para ello, el refranero español es insuperable, porque reúne la sapiencia de nuestros mayores y nos actualiza frente a una modernidad que olvida sus raíces.

Aquello de «mal de muchos consuelo de tontos» viene de maravilla para una Unión Europea que lleva once meses sin jefe. Desde enero, la Comisión Europea no ha tomado ni una sola decisión, ni brillante ni inútil, mientras siguen en su sitio los mismos, cobrando sus inmensos salarios, pero oficialmente en funciones. Hacer, lo que se dice hacer, no hacen nada.

Así vamos, la Unión Europea sólo tiene un indicador importante mejor que los Estados Unidos, la inflación, que en este caso es responsabilidad del Banco Central Europeo y no de la Comisión.

En PIB vamos muy por detrás de EEUU. La UE crece en los dos primeros trimestres un 0,5 %, mientras nuestros aliados lo hacen un 1,1 %. El paro en la UE a cierre de agosto es de un 5,9 % mientras al otro lado del Atlántico es de un 4,2 % –y están asustados– y así podríamos seguir.

Uno de los motivos porque el PIB de los países miembros de la Unión Europea está creciendo tan poco y con riesgos de que cualquier vaivén mundial nos coloque en una situación de parón, es que nuestras exportaciones siguen estando muy por debajo de 2023, e incluso por debajo de 2022 cuando nos empezamos a recuperar de la pandemia.

Nadie está haciendo un análisis profundo de dónde estamos fallando, aunque todo parece indicar que nuestros costes han subido mucho más que los de nuestros competidores, sobre todo por el tema energético y por la subida de los costes laborales, y que nuestra productividad está cayendo de forma sustancial al reducirse el número de horas trabajadas por empleado.

La energía y los costes laborales producen un efecto directo en coste total de las mercancías producidas y el menor número de horas trabajadas, que con los mismos recursos se produzcan menos unidades y, por lo tanto, para producir las mismas tengamos que incrementar nuestros gastos, o que las unidades producidas sean más caras y, como consecuencia, con precios menos competitivos y más difícil de vender.

Así que, o conseguimos bajar nuestros costes de producción o seguiremos en retroceso y para bajar los costes de producción hay que bajar, a la voz de ya, nuestra factura energética demasiado alta por la obligación de cumplir con un Pacto Verde que sólo le interesa a la UE y no a nuestros competidores chinos y americanos.

Si no vean ustedes los que nos ha pasado en los ocho primeros meses del año, comparado con el mismo periodo de 2023. Para aquellos que me leen que sepan que los datos que tiene Eurostat de nuestras exportaciones son ligeramente superiores a los que proporciona el Ministerio de Carlos Cuerpo.

Lo más importante de todo es que hay siete países de la UE que son capaces de exportar más y el primero y el mejor es Irlanda, que crece un 8,8 % más que en 2023. En esta lista hay pequeños países cómo Malta, Eslovenia, Croacia y Chequia que son capaces de crecer y países medianos como Dinamarca y Portugal que lo hacen bien y también están en positivo.

Entre los grandes el que menos mal lo hace es Italia, que decrece un 0,6 %, Alemania que lo hace un 0,8 % y España que lo hace un 1,0 %, porque Francia todavía lo hace mucho peor y baja sus exportaciones en un 1,8 %, eso sin contar el gran bofetón que se dan los Países Bajos que decrecen en 8 meses un 3,7 % y en valor absoluto solo son superados por Bélgica que reduce sus exportaciones en 24.092 millones.

Ni uno solo de los grandes, ni siquiera Polonia, es capaz de crecer en exportaciones y el tema es realmente preocupante porque, si algo se había caracterizado precisamente hasta antes de la pandemia, era la capacidad exportadora de la Unión Europea, que en agosto de 2023 llegó a 4,468 billones de euros y cerró el 2023 con 6,683 billones de euros que supusieron una aportación al PIB de la UE de un 39 %.

Estamos hablando de una de las variables más importantes de la economía de un país y una región y si nos cae esa variable, como nos está cayendo en los ocho primeros meses del año, en un 1,7 %, esto quiere decir que se nos está cayendo del PIB 0,7 puntos de crecimiento, o lo que es lo mismo si no hubiésemos bajado esas cifras el crecimiento del PIB de la UE estaría muy cerca del crecimiento del PIB de los Estados Unidos.