El PP no descarta salvar el impuesto energético para ganar el voto verde
Desde la Fundación Reformismo 21 consideran que les daría más votos de los que les quitaría
Continúa la incertidumbre en torno a los apoyos políticos que tendrá el Gobierno para impulsar los nuevos impuestos a la banca y a las empresas energéticas, y todo apunta a que va a haber más de una sorpresa.
El último runrun es que el Partido Popular podría abstenerse en la votación de estos impuestos porque considera que le daría más votos de los que le quitaría. Según fuentes conocedoras, esta tesis llega desde la Fundación Reformismo 21. La remozada organización impulsada por Alberto Núñez Feijóo tiene al frente al gurú económico del presidente del PP, Pablo Vázquez, y cuenta entre sus asesores con el brillante economista Luis Garicano, que es conocido por su postura favorable a la transición verde.
Desde esta organización se habría trasladado que ponerse en contra del impuesto no sería excesivamente beneficioso en términos de votos, y, sin embargo, situarse a favor del impuesto y de la transición verde podría traerle más apoyos de votantes sensibles a esta cuestión. «Piensan que podría ser positivo», aporta una fuente conocedora del debate en torno a esta materia.
Si este hecho se confirmara, sería otro guiño del partido hacia el electorado más de izquierdas (otro ha sido la reducción de la jornada laboral), en un intento de captar votos en ese espectro ideológico, a pesar de que el PP ha perdido apoyo básicamente por la derecha. La idea de que se esté planteando explica por qué el PP aún no se ha pronunciado sobre el impuesto energético, algo que tiene a todo el sector a la expectativa. La postura oficial del partido es que se pronunciarán definitivamente cuando la norma llegue al Congreso.
Si el PP decidiera finalmente apoyar que los impuestos salieran adelante con su abstención, lo haría junto con ERC, PSOE, Sumar, Podemos, Bildu y muy probablemente el PNV, como apuntábamos ayer en este artículo. En ese caso, el partido de Feijóo también lograría enfadar al sector energético y a la banca, como está consiguiendo el PNV. Junts votará en contra.