La Ley de Vivienda ya ha expulsado a 80.000 propietarios del mercado de alquiler, con Barcelona a la cabeza
la Ley de Vivienda ha provocado la proliferación de nuevas formas de alquiler por parte de los arrendadores, como es el turístico o el temporal, para intentar esquivar los efectos de la norma. Desde que entró en vigor esta normativa, 79.228 inmuebles han sido expulsados del mercado del alquiler, según los últimos datos, correspondientes al tercer trimestre de 2024, del Observatorio del Alquiler de la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos (URJC).
Este desfase entre la oferta y la demanda ha traído consigo un incremento de precios y ha aumentado la presión sobre ellos. En 2023, el número de personas que se interesaba por un inmueble en un plazo de diez días era de 44,8, mientras que esa cifra se ha incrementado hasta 120 en el segundo trimestre de 2025. Esto supone un 167,85 % más en menos de un año y medio.
Los precios, por su parte, a pesar de que su crecimiento se ha estabilizado, han continuado incrementándose. El precio medio de alquilar una vivienda en España asciende a 1.117 euros, 11 euros más que el trimestre anterior y un 10,29 % más que la entrada en vigor de la Ley de Vivienda.
Control de precios
La declaración de la zona tensionada en Cataluña mantiene a Barcelona con unos niveles de presión sin precedentes, con 397 interesados por vivienda en un plazo de diez días, una realidad que está lejos de solucionarse mientras la oferta siga cayendo en la provincia.
Las políticas de control de precios han animado a muchos propietarios a optar por otras alternativas al alquiler residencial, lo que ha desestabilizado aún más el mercado. Así, solo en el tercer trimestre, el mercado de alquiler barcelonés perdió 9.284 inmuebles, y desde 2023, la ciudad condal ha perdido un total de 28.703 inmuebles.
Además, en aquellas comunidades autónomas donde se ha anunciado que se declararán las zonas tensionadas, como es el caso del País Vasco, también ha caído la oferta. «Si bien en el periodo analizado todavía no había entrado en vigor ninguna, las afirmaciones en este sentido podrían haber expulsado a muchos propietarios, que habrían retirado sus viviendas de estos mercados», explican desde el Observatorio del Alquiler.
Concretamente, en tan solo un trimestre, la oferta en el País Vasco pasó de 12.026 viviendas a 11.116. Esto es un descenso de más del 7 %. Además, también han crecido los contactos que recibe cada oferta de vivienda de alquiler en este trimestre. Si nos fijamos por provincias, por ejemplo, Álava, donde se ha anunciado que se declarará las zonas tensionadas, pasó en tres meses de una presión de 76 a una de 123.
En cuanto a Girona, se observa un efecto similar a lo que ocurrió en Tarragona en el trimestre anterior: la cercanía con Barcelona empuja a muchos inquilinos a buscar vivienda más lejos de la capital, subiendo la presión en esta provincia catalana de 66 a 94 en este periodo.
La caída generalizada de la oferta, que se viene manteniendo desde hace años, es la principal causa tras la crisis de vivienda en España. Si no hay hogares disponibles para responder al alto volumen de demanda, los precios no podrán estabilizarse para facilitar a más jóvenes y familias encontrar un alquiler que se ajuste a sus necesidades.