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Un balcón con un anuncio de alquiler de una vivienda

Un balcón con un anuncio de alquiler de una viviendaEuropa Press

Escasez de vivienda

Los inquilinos necesitan desembolsar 5.000 euros de media para entrar a vivir en una casa de alquiler

Los propietarios cada vez ponen más trabas a la hora de elegir a sus inquilinos y piden mayores garantías para entrar en la vivienda

Desde antes, incluso, de la entrada en vigor de la conocida ley de vivienda, los principales actores del sector inmobiliario advertían de las consecuencias que iba a traer tanto para los propietarios como para los inquilinos. Entre junio de 2023 –primer mes completo en el que se aplicó esta normativa– y junio de 2024 la oferta de alquiler tradicional ha caído un 37,2 %, mientras que la demanda se ha incrementado un 20,23 % según los últimos datos disponibles de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias (FAI).

El objetivo del Gobierno al elaborar esta ley era proteger a los más vulnerables, sin embargo, el efecto ha sido el contrario. Los propietarios cada vez ponen más trabas a la hora de elegir a sus inquilinos y piden mayores garantías, hasta 5.000 euros de entrada, para entrar en la vivienda.

En la gran mayoría de casos, el nuevo inquilino tendrá que hacer frente al pago de la primera mensualidad, un mes de fianza, hasta dos meses de garantía adicional, y en ocasiones, si se ha alquilado a través de una inmobiliaria, se pedirá el abono de un mes como honorarios de agencia.

El precio del metro cuadrado en España en agosto –últimos datos disponibles– se situó en los 12,40 euros, según el portal inmobiliario Fotocasa, por lo que, de media, la renta de un piso de 80 metros cuadrados roza los 1.000 euros –992 euros mensuales–. Si se tiene en cuenta los requisitos anteriores, el desembolso inicial que tiene que hacer un español cuando a la hora de alquilar un piso es de 4.960 euros.

Esta elevada cifra ha hecho que un 30 % de los españoles que ha alquilado una vivienda en el último año haya tenido que recurrir a familiares, amigos o financiación externa para poder hacer frente a este gasto, según se refleja en el informe Experiencia en alquiler en 2024 elaborado por Fotocasa. Un porcentaje que asciende al 48 % en los inquilinos más jóvenes, es decir, aquellos que tienen entre 18 y 24 años.

«Que un porcentaje significativo de inquilinos muestren dificultades para afrontar los gastos iniciales de entrada a la vivienda en alquiler, indica una falta accesibilidad económica que está obligando a los demandantes a endeudarse o depende de ayuda familiar para cubrir los costes básicos de vivienda», asegura María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

«Esta situación no solo refleja una desigualdad económica creciente, sino que también pone en riesgo la estabilidad financiera de los inquilinos, lo cual puede tener repercusiones a largo plazo en el bienestar social», comenta Matos.

Altos precios y escasa oferta

Además de los gastos iniciales de acceso, el precio del inmueble y la falta de oferta son las grandes problemáticas que se acrecientan cada año en el mercado del alquiler. De hecho, para siete de cada diez inquilinos que han conseguido arrendar un inmueble para vivir el coste del alquiler es la dificultad que más influye. La falta de oferta también ha sido una traba para el 40 % de ellos.

En general, estas dificultades, a las que se le suma los requisitos de los propietarios, el estado de las viviendas y el alto desembolso económico inicial, se mantienen en niveles similares a los de 2023. Sin embargo, sí que se produce un salto significativo con respecto a 2022. En el caso de los altos precios, hace dos años era algo que mencionaban el 77 %, siete puntos más que ahora. Del mismo modo, el estado de las viviendas ha sido una barrera para menos inquilinos durante el último año (34 %) que en 2022 (46 %).

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