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El presidente de Correos, Pedro Saura (dcha), y el director de Recursos Humanos, Fernando Ramírez, tendrán que entenderse.

El presidente de Correos, Pedro Saura (dcha), y el director de Recursos Humanos, Fernando RamírezLu Tolstova

Choque frontal de Correos con los sindicatos en el arranque de la negociación del nuevo convenio laboral

Los empleados de Correos llevan más de un año esperando saber qué será de ellos, y tendrán que seguir esperando. La reunión entre los sindicatos y la dirección de la compañía el pasado viernes para abordar algunos aspectos del nuevo convenio, como las prejubilaciones y el rejuvenecimiento de la plantilla, acabó con un choque frontal y hay dudas sobre si algún sindicato como CSIF y el Sindicato Libre acudirán hoy a la segunda reunión.

A excepción del sindicato mayoritario (CCOO, con el 38 %), los representantes del 62 % restante de los trabajadores (UGT, CSIF, Sindicato Libre, Confederación General de Trabajadores...) alucinaron en la reunión del viernes, en la que la dirección mostró sus prisas en cerrar un acuerdo antes de final de año sin mostrarles ni un papel. Curiosamente, CCOO después de la reunión publicó propuestas que, según el sindicato, Correos le habría trasladado exclusivamente y en secreto (CCOO lo llama reuniones bilaterales).

Por estos motivos, el resto de los sindicatos tiene sospechas fundadas de que hay un pacto entre Comisiones Obreras y el director de Recursos Humanos, Fernando Ramírez, con el que se sabe (CCOO alardea de ello públicamente) que lleva negociando en secreto desde primeros de año, como ya contamos en este artículo. Al parecer la idea es cerrar el acuerdo antes del 31 de diciembre, y que el resto de sindicatos no tenga más remedio que adherirse al pacto previamente cocinado.

En la reunión del viernes, Correos presentó una situación crítica de la compañía. Indicó que el convenio actual no es una herramienta útil ni para la empresa ni para los trabajadores, y que está desfasado, con una buena parte derogada por legislación y con nulidad de otras partes por sentencias judiciales.

Señaló que la plantilla está envejecida, que las bolsas de empleo son muy grandes y no responden al dinamismo que se precisa, que procesos como el concurso, el reajuste o la consolidación no redistribuyen la plantilla donde la empresa la necesita... Incidió en que hay algunas cuestiones insostenibles, como que los costes de personal representaron en 2023 el 85 % de la facturación, que la edad media de la plantilla es superior a 51 años y que el nivel de absentismo rebasa el 9 %. Indican que la plantilla está mal distribuida, como demuestra el hecho de que solo un 1 % trabaja el fin de semana.

En la reunión adelantó los grandes bloques que pretende añadir al Acuerdo Marco, y sobre el que esperan alcanzar un consenso. En cuanto al empleo, entre otras cuestiones, plan de salidas voluntarias a partir de los 63 años para el personal laboral fijo y reducción progresiva de la contratación y la temporalidad. En organización del trabajo, entre otras cosas, jornadas de martes a sábado donde las necesidades de servicio lo aconsejen, potenciar el turno de tarde o un nuevo sistema de distribución de las vacaciones. En incentivos, indicadores de impacto directo en la cuenta de resultados: que se remunere individualmente según el rendimiento y facturación de cada empleado.

La empresa ya ha presentado sus propuestas, y ahora hace falta ver si son capaces de alcanzar un consenso con los sindicatos.

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