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José María Rotellar

La economía que dejó el franquismo y el progreso de 50 años de Monarquía

El magnífico crecimiento del reinado de don Juan Carlos ha encontrado continuación en el reinado de don Felipe

Actualizada 04:30

Don Felipe y Don Juan Carlos firman en el libro de honor del buque Juan Sebastián Elcano en 2018

Don Felipe y Don Juan Carlos firman en el libro de honor del buque Juan Sebastián Elcano en 2018Casa del Rey

Este año, 2025, se cumplirán 50 años del regreso de la Monarquía a España, tras la proclamación de don Juan Carlos, y 48 de la restauración dinástica, tras la renuncia de don Juan a sus derechos dinásticos en 1977 en favor de su hijo y heredero, Juan Carlos I.

Esos aniversarios, los del regreso de la Monarquía a España, son los que hay que celebrar, pues se ha demostrado –con los datos económicos en la mano– que la monarquía parlamentaria es la mejor forma de gobierno que tiene nuestro país.

S.M. Felipe VI, desde que heredó la Corona, se ha convertido en un rey ejemplar. Desde la prudencia y el cumplimiento escrupuloso de sus obligaciones constitucionales, continuando con la gran labor que la Monarquía ha realizado históricamente en España, que revierte en un impulso a la economía nacional que, sin ella, habría sido difícil de lograr, al menos con la intensidad que ha tenido en los casi últimos 50 años.

Así, en el período en que S.M. don Juan Carlos I reinó en España –entre el 22 de noviembre de 1975 y el 19 de junio de 2014–, un período de casi 40 años a lo largo del cual España se transformó de manera completa, aprovechando el impulso económico sembrado durante los años 60, con la industrialización y la creación de una hasta entonces inexistente extensa clase media, base de nuestra prosperidad, incorporando, a ese auge económico iniciado anteriormente, la libertad y la concordia entre todos los españoles.

Bajo su reinado se pasó de un régimen autoritario –muy suavizado en sus últimos años, pero autoritario en todo caso– a un régimen democrático de libertad; se legalizó al PCE sobre la base de la aceptación de éstos de la bandera nacional de todos los españoles, de la legalidad, de la reconciliación y de la Monarquía; se convocaron elecciones libres para cortes constituyentes, como he dicho; se aprobó y refrendó por los españoles la Constitución vigente, que ahora quieren derribar algunos; del mismo modo, don Juan Carlos abortó el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981; y bajo su reinado, España ingresó en la OTAN.

Todo ello, abrió el camino hacia un nuevo desarrollo económico, con la incorporación de España al Mercado Común. Asimismo, se acometió la necesaria reindustrialización y se mejoró el sector servicios.

España consolidó su atractivo turístico y cultural cuando fue escaparate en el mundo al cumplirse el quinto centenario de la mayor hazaña de la humanidad, el descubrimiento del Nuevo Mundo, por mucho que ahora unos fanáticos lo critiquen: así, con toda su importancia también en la parte económica, en 1992 se celebraron los Juegos Olímpicos en Barcelona, la Exposición Universal en Sevilla, y la capitalidad cultural en Madrid.

Del mismo modo, España fue socio fundador del euro, cumpliendo con buena nota los exigentes criterios de convergencia económica, conocidos como «criterios de Maastricht»: en su reinado, España consiguió llegar a primeros de mayo de 1998, cuando se decidían qué países formarían la moneda única, con un déficit público inferior al 3 % del PIB; una deuda pública descendiendo firmemente hacia el 60 % del PIB; una estabilidad cambiaria; y una inflación y tipos de interés en el entorno de la media de los países con más bajos registros de ambas variables.

En todo ese tiempo, la economía creció y pasó, en términos corrientes, de 36.290,3 millones de euros en 1975 a 1,032 billones de euros en 2014.

PIB español en millones de euros (en términos corrientes): 1975-2014

PIB español en millones de euros (en términos corrientes): 1975-2014José María Rotellar

Con don Felipe, en nueve años -los disponibles, ya que el último dato es 2023 como año completo-, el PIB nominal en términos corrientes añadió otros 429.281 millones de euros. Si en el reinado de don Juan Carlos el PIB nominal en términos corrientes se incrementó de forma importantísima, 25.546 millones de euros al año, con don Felipe esa media se ha incrementado, con un aumento anual de 51.746 millones de euros.

PIB español en millones de euros (en términos corrientes): 2014-2023

PIB español en millones de euros (en términos corrientes): 2014-2023José María Rotellar

Eso impulsó enormemente el PIB per cápita nacional en el reinado de don Juan Carlos, que partió de 2.840,57 euros de 1975 y que llegó a 22.228 euros de 2014.

PIB per cápita español (en términos corrientes): 1975-2014

PIB per cápita español (en términos corrientes): 1975-2014José María Rotellar

Con don Felipe, el PIB per cápita español en términos corrientes se ha incrementado en los nueve años para los que hay datos disponibles, en otros 8.740 euros, hasta 30.968 euros, con un aumento en el período de un 39,32 %.

PIB español per cápita (en términos corrientes): 2014-2023

PIB español per cápita (en términos corrientes): 2014-2023José María Rotellar

En el mercado laboral, durante el reinado de don Juan Carlos se pasó de poco más de 12 millones de ocupados al terminar 1975 y empezar 1976 (primeros datos disponibles) a más de 17 millones de personas trabajando.

Ocupados 1976-ITR 2014

Ocupados 1976-ITR 2014José María Rotellar

Durante el reinado de don Felipe, hasta el ITR-2024, el anterior al inicio de su reinado- el empleo ha aumentado en otros 3.897.000 ocupados, un 22,46 %.

Ocupados ITR 2014-ITR 2024

Ocupados ITR 2014-ITR 2024José María Rotellar

De manera agregada, durante todo el período de la Monarquía desde la Restauración en don Juan Carlos hasta el momento actual con don Felipe, el PIB en términos constantes se ha incrementado en más de un 180 % (1975-ITR2024).

PIB en términos constantes en índices de volumen encadenado base 2015=100

PIB en términos constantes en índices de volumen encadenado base 2015=100José María Rotellar

Asimismo, el PIB per cápita, en términos constantes, prácticamente se ha doblado (últimos datos disponibles: 2022). Es decir, la prosperidad de los españoles se ha doblado.

PIB per cápita en dólares constantes (base 2015)

PIB per cápita en dólares constantes (base 2015)José María Rotellar

La Monarquía muestra así su positivo e importante papel como elemento esencial del régimen constitucional que protagoniza. Bajo otro régimen, ningún gobierno habría podido conseguir este impulso económico, pues el elemento de confianza, seguridad, certidumbre y fiabilidad que la Corona da a la economía española, no habría existido.

Don Felipe, al suceder a su padre, ha logrado mantener e incluso mejorar el impulso que la Monarquía da a la economía, porque su papel arbitral y su prestigio internacional, permite que la economía española se beneficie de una serie de inversiones extranjeras que no llegarían sin la Corona, pues otros elementos que pueden deteriorar la confianza en la economía española son compensados, al menos en parte, por el prestigio internacional de don Felipe, bien ganado durante años de preparación y confirmado y acrecentado en esta década de su reinado.

«El magnífico crecimiento económico del reinado de Don Juan Carlos, ha encontrado continuación en el reinado de Don Felipe»

Sus lazos con Iberoamérica, establecidos cuando era Príncipe de Asturias y fortalecidos durante su reinado, procuran una fuente de soluciones a muchos problemas que lo serían mayores sin el prestigio del Rey.

El magnífico crecimiento económico del reinado de don Juan Carlos, ha encontrado continuación en el reinado de don Felipe, bajo cuyo reinado, España logró salir de la crisis anterior, en la que estuvo inmersa durante siete años y lo hizo con fuerza, sorteando la crisis del coronavirus y una inestabilidad política que genera incertidumbre, compensada con la seguridad y la certidumbre que la Corona, encarnada ejemplarmente ahora en don Felipe y antes en don Juan Carlos, da a la economía española.

Como podemos comprobar, con los datos en la mano, frente al retraso económico que supuso la II República, basada en agitar el enfrentamiento entre españoles hasta el punto de dejar de ser un Estado de Derecho con la persecución a parte de los ciudadanos, cuyo máximo exponente fue el asesinato de Calvo-Sotelo, uno de los líderes de la oposición, que provocó un golpe de Estado y una guerra, que trajo miseria económica, y casi cuarenta años de dictadura, origen directo de las consecuencias nefastas de la II República, la Monarquía ha traído reconciliación, desarrollo económico y prosperidad, gracias a la defensa de sus valores por Don Juan desde el exilio y a los reinados de Don Juan Carlos y Don Felipe, de grandísimo progreso económico para España. Eso es lo que hay que conmemorar y no cien actos que fomentan el rencor y el enfrentamiento, elementos que fomentó también, como digo, la tenebrosa II Republica.

En los últimos ciento cincuenta años de España, desde la Restauración canovista, España ha pasado por varios regímenes, con distintos resultados económicos. En la Restauración se vive la pérdida de las últimas posesiones de ultramar y el desastre de Annual, pero la Monarquía supuso un claro revulsivo para España tras la mayoría de edad de Alfonso XIII, con un intento titánico para alfabetizar a la población, para sacar de la miseria a muchas zonas de España y para modernizar la nación, con el impulso de infraestructuras, de una moderna Ciudad Universitaria, del Metro, de unas líneas aéreas, de una compañía telefónica y de tantas y tantas cosas. El desarrollo económico del reinado de Alfonso XIII fue espectacular.

La II República, como escribía el otro día, perjudicó notablemente a la economía, por sectarismos absurdos, que hizo que no supiese aprovechar y mejorar las bases del crecimiento creadas durante el reinado de Alfonso XIII, sectarismo que generó muchas revueltas y golpes de Estado en España, siendo el último de ellos el que se convirtió en horrorosa Guerra Civil -aparte del final golpe de Casado y Besteiro para poner fin a la locura de Negrín y su entreguismo soviético-, provocando la miseria de la guerra y la postguerra, además de tanta muerte, y cuarenta años de dictadura; régimen autoritario que es responsabilidad del sectarismo republicano, pues sin él no habría habido golpe de Estado, ni guerra, ni dictadura, sino armonía bajo un régimen democrático. Por tanto, además de los malos datos de la gestión, la miseria posterior es responsabilidad de la II República.

Dos etapas en el franquismo

La dictadura franquista, aunque formalmente se escudase en ser un reino, fue una dictadura autoritaria y personalista, consecuencia del sectarismo de la II República y de la guerra, que aisló a los españoles durante muchos años. Su primera parte, en la que dominaron los postulados falangistas, fueron económicamente penosos, pues el falangismo coincide con el comunismo y el socialismo en muchos postulados de intervencionismo económico, con regulación de precios, rigidez en los mercados y proteccionismo. Este período falangista estuvo a punto de hacer quebrar a España, que, afortunadamente, viró hacia los postulados tecnócratas, con un mayor aperturismo económico y político –insuficientes en ambos casos, pero mejores que lo precedente– y consiguió un espectacular desarrollo económico con el esfuerzo de todos los españoles: el turismo deslumbró, así como la captación de mucha inversión extranjera que generó actividad económica y empleo, creciendo a doble dígito, en términos constantes, durante muchos años, pese al agotamiento de los últimos años derivado de las crisis del petróleo y del fin del sistema de Bretton Woods, que creó presiones inflacionistas.

El regreso de la Monarquía embridó la inflación y demás tensiones económicas, con momentos duros, y en estos casi cincuenta años hizo posible el mayor desarrollo económico que tuvo España, sobre la base del desarrollismo de los años sesenta, pero ya en democracia, homologados con el resto de los países desarrollados de nuestro entorno y presentes en las instituciones europeas, con la entrada en el entonces Mercado Común y, posteriormente, en la eurozona como socios fundadores.

Ojalá que la Monarquía sobreviva y don Felipe pueda seguir siendo así el gran Rey que es, como lo será en su día, sin duda, doña Leonor como Reina. Si eso sucede –esperemos que sí– habremos salvado la Monarquía parlamentaria y constitucional, que el tiempo ha demostrado que es el mejor régimen para España y que ha impulsado la prosperidad de manera clara, como demuestran los datos económicos de los reinados de don Juan Carlos y de don Felipe, expuestos en este artículo, que merecen toda nuestra gratitud al conmemorar el décimo aniversario de la proclamación de don Felipe. ¡Viva el Rey! ¡Viva España!

  • José María Rotellar es profesor de Economía y director del Observatorio Económico de la Universidad Francisco de Vitoria
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