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El hasta ahora consejero delegado de Escribano y nuevo presidente de Indra, Ángel Escribano.Thorun García Piñeiro

La verdadera historia de Ángel Escribano, el hombre que pasó de un taller de Coslada a presidir Indra

El madrileño es nombrado nuevo presidente de la compañía en sustitución de Marc Murtra, que pasa a Telefónica para ocupar el lugar de José María Álvarez-Pallete

Ángel Escribano será el nuevo presidente de Indra en sustitución de Marc Murtra, que pasa a Telefónica para ocupar el lugar de José María Álvarez-Pallete, súbitamente fulminado este sábado.

Para entender la figura de los Escribano, Ángel y Javier, hay que trasladarse al municipio madrileño de Coslada en los 80, cuando la empresa para la que trabajaba su padre quebró y este se vio obligado a reparar maquinaria de obra pública en lo que sería el germen de Escribano Mechanical & Engineering. Tras la vuelta de Ángel del servicio militar en 1989, montaron un taller y siguieron creciendo.

Poco después, en torno al año 1990, Ángel, que era un gran ciclista, se fue en bici a la cercana Construcciones Aeronáuticas (después Airbus), se inventó que tenía una reunión con el director comercial y le convenció para que les encargara reparar piezas del Eurofighter, el avión de combate europeo, y fabricar piezas del lanzador de satélites Ariane 5. Su audacia les permitió diversificar su negocio entrando en el sector aeronáutico, pero el primer gran salto de la empresa llegó a partir de un peculiar episodio que ocurrió en 2011.

Escribano viajó allí y, tras mostrarles su producto y convencerles, le dijeron que el rey Juan Carlos I había estado hacía poco en su país y les indicó que invertían poco en España. Entonces, el interlocutor de Escribano le dijo que invertirían en su empresa 18 millones de euros. Aquella inversión supuso que el fondo soberano de Omán se hiciera con el 32 % de Escribano. El fondo entró en el año 2016 y salió en el 2020, tras recomprarles los hermanos Escribano sus acciones. Ángel y Javier se las reparten hoy al 50 %.

Tras este impulso, la compañía se situó en 2018 en una facturación de 51 millones, un beneficio neto de 11 millones, sin deuda y con una plantilla de 300 trabajadores. Seis años después, Escribano ha cerrado 2024 con una previsible facturación de 225 millones de euros y un beneficio neto de 13 millones, sin deuda y una plantilla de algo más de 1.000 trabajadores.

El principal negocio de Escribano hoy es la venta de las estaciones de armas o torres que sirven de apoyo a las metralletas que se ubican en blindados y barcos de guerra. Las fabrican al completo en su actual sede de Alcalá y suponen el 60 % de su negocio. El resto viene de equipamientos de seguridad y frontera y sistemas de guiado de municiones. Venden en veinticinco países, pero los países que más les compran son Emiratos Árabes, Singapur y Corea del Sur. La imagen más visible de Escribano es el 8x8, el proyecto estrella del Ejército de Tierra y el Ministerio de Defensa español en el que participa junto con otras empresas españolas.

Además, consciente del aumento que se está produciendo en los gastos de Defensa, decidió comprar primero el 3 % de Indra en marzo del año 2023 y luego ir aumentando su participación hasta llegar al 14,3 % actual para convertirse en el primer socio industrial en la multinacional y el segundo después del Gobierno a través de la SEPI. Aunque no se considera afín a nadie, sus buenas relaciones con todos le han permitido crecer en un sector estratégico hasta alcanzar la presidencia de una de las empresas clave de nuestro país.

En esta entrevista nos comentaba que su propósito era «estar largo y tendido en Indra», aunque ni siquiera se planteaban pedir un puesto más en el consejo de administración, como podría haberles correspondido por el aumento de su participación en la compañía. Sobre su supuesta amistad con el presidente del Gobierno, la negaba: «No somos amigos de Pedro Sánchez porque no le conocemos más que de la televisión. No me importaría conocerle. He conocido a Feijóo, a Rajoy, a Zapatero, a todos los ministros de Defensa desde hace quince años. No somos afines a nadie, ni de izquierda, ni de derecha. El primer edificio que tenemos aquí lo inauguró Esperanza Aguirre; el segundo, Pedro Argüelles y Jaime García-Legaz (ambos del PP). A este edificio vino María Dolores de Cospedal, y si mañana hacemos un edificio nuevo y está de ministra Margarita Robles, la llamaremos».

Tanto Ángel Escribano, que hasta ahora era consejero delegado de Escribano, como su hermano Javier, que es el presidente de Escribano y ya se sentaba en el consejo de administración de Indra, han estudiado Formación Profesional.