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El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, se someterá en abril a la reelección de una compañía con peso creciente de los saudíes y el Gobierno.

El presidente de Telefónica, José María Álvarez-Pallete, iba a someterse en abril a la reelección en una compañía con peso creciente de los saudíes y el Gobierno.Lu Tolstova

La semana económica

Telefónica confirma la dimisión de Pallete y el nombramiento de Marc Murtra como nuevo presidente de la compañía

Telefónica acaba de confirmar la dimisión de José María Álvarez-Pallete y el nombramiento de Marc Murtra como nuevo presidente de la compañía, tal como habíamos adelantado en El Debate al final de esta mañana. La decisión ha tenido lugar en la reunión del consejo de administración extraordinario que se ha celebrado esta tarde.

El nombramiento ha sido posible gracias a la aprobación de la mayoría del consejo. Los estatutos de la compañía dicen que para ser presidente ejecutivo hay que ser consejero y llevar al menos tres años en el cargo, condiciones que Murtra no cumplía. Sin embargo, los estatutos también contemplan eximir al nuevo presidente de esas condiciones si apoya su nombramiento el 85 % de los miembros, y así ha ocurrido.

Los principales accionistas estaban de acuerdo con que estos cambios se llevaran a cabo. La gestión de la firma por parte del equipo directivo no convencía a CriteriaCaixa, uno de los tres principales accionistas de Telefónica, con el 9,9 % de las acciones. El presidente de Criteria y la Fundación La Caixa, Isidro Fainé, consejero de Telefónica, siempre ha sido un gran defensor de Álvarez-Pallete. Tampoco convencía la gestión del equipo directivo a los saudíes de Saudi Telecom Company (STC), que tienen el mismo porcentaje que Criteria. Ambos estarían dispuestos a cambiarlo. Criteria y los saudíes se entienden bien.

El otro gran accionista, que en la práctica es el Gobierno a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) —tiene el 10 %—, tampoco estaba a favor del actual equipo directivo, e igualmente quería hacer cambios. No les sentó bien el intento de sacar del consejo de administración a Javier de Paz, nombrado hace dos décadas por José Luis Rodríguez Zapatero y el hombre que más manda en la compañía. La intentona, que estuvo a un paso de consumarse, finalmente se frustró, pero ha supuesto un crecimiento de la tensión en el consejo entre quienes no son tan partidarios del poder de Zapatero y Sánchez en la compañía.

Como ya hemos contado en otros artículos, el Gobierno se ha hecho muy fuerte en Telefónica. Además de Javier de Paz, cuenta con Carlos Ocaña como representante de la SEPI en el consejo de administración. Ocaña es economista y coautor de un libro que se basó en la tesis de Pedro Sánchez. Está cogiendo cada vez más peso en Telefónica, recopilando informes, pidiendo cuentas y reuniéndose y escuchando a todo el equipo. Dicen que actúa como si fuera el presidente.

Junto con De Paz y Ocaña, Rosauro Varo es el otro gran hombre fuerte del Gobierno en Telefónica, esta gran empresa con tanta importancia en las comunicaciones, que tanto protagonismo han tenido en los recientes casos de corrupción del Ejecutivo de Sánchez. Vicepresidente de Movistar Plus, Varo es hijo de la exdiputada andaluza Amalia Rodríguez —amiga íntima de María Jesús Montero—, amigo del ex consejero delegado de Air Europa, Javier Hidalgo, y uno de los grandes movedores de hilos en la compañía.

Blackrock tampoco estaba contento

Al descontento de la SEPI, STC y CriteriaCaixa con la gestión de la compañía, había que sumar el del fondo Blackrock, que tiene el 4,98 % de las acciones. No es de extrañar: Telefónica ha pasado de valer más de 100.000 millones de euros en bolsa en el año 2007 a 22.000 millones en la actualidad. También es verdad que la misma caída se ha producido también en otras empresas de telecomunicaciones europeas como Vodafone u Orange. Han caído en picado en Bolsa desde sus máximos del año 2000.

La posible destitución de Pallete estaba en el ambiente desde hace tiempo, aunque el actual presidente no esperaba que sucediera y ayer supo que se consumaría. Además del descontento con la gestión, entre los hechos que pueden haber acelerado la cuestión está lo ocurrido con Javier de Paz y el enfriamiento de la relación de Pallete con CriteriaCaixa. Pallete pensó que el PP podría destituirle cuando parecía que iba a ganar las elecciones y se movió para atraer a los saudíes al accionariado y así protegerse. Criteria no supo de su movimiento hasta que se produjo y les sentó mal. Desde ese momento, la relación se deterioró. Cuando Feijóo les preguntó si habría algún problema en relevar al presidente de Telefónica si ganaban las elecciones, dijeron que no. Su candidato era Pablo Isla, como ya contamos en este periódico.

Consumado el nombramiento de Murtra, Telefónica tendrá al frente a un buen profesional; desde luego, progubernamental, pero nada sectario, y que ha realizado una buena labor en Indra. No tiene nada que demostrar, y es más independiente que quienes manejan los hilos en la compañía a día de hoy en favor del Gobierno.

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