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Donald Trump, este miércoles en la Casa Blanca

Donald Trump, este miércoles en la Casa BlancaAFP

Por qué no es cierto que la Unión Europea ponga aranceles del 39 % a EE.UU. como dice Trump

El magnate estadounidense lo único que ha tenido en cuenta para calcular los aranceles ha sido las importaciones y el déficit comercial

«Los trabajadores estadounidenses se han quedado atrás mientras otras naciones se enriquecían a nuestra costa», decía este miércoles el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, al tiempo que prometía que este 2 de abril sería el día de la «declaración de independencia económica de los Estados Unidos».

El presidente americano confirmó la imposición de aranceles del 25 % a los automóviles a partir de este mismo jueves, 3 de abril, y anunció unas tasas para todo el mundo que entrarán en vigor el 9 de abril. En el caso de la Unión Europea (UE) serán del 20 %, la mitad de lo que acusa a Bruselas de gravar las mercancías estadounidenses.

Trump explicó que para calcular el valor de las barreras arancelarias que la UE y el resto de los países habían impuesto a EE.UU. había utilizado una fórmula muy compleja. Pero la realidad es completamente distinta: lo único que ha tenido en cuenta ha sido las importaciones y el déficit comercial.

El Gobierno estadounidense ha dividido el déficit comercial (exportaciones menos importaciones) entre las importaciones. Así, lo ha explicado Alan Cole, economista sénior del centro de investigación económica estadounidense Tax Foundation, en su cuenta de la red social X.

Estados Unidos importa bienes de la Unión Europea por un valor de 605.760 millones de dólares, mientras que tan solo exporta a la UE por valor de 370.189 millones de dólares. Los 235.571 millones de dólares de déficit comercial los divide entre los 605.760 millones de dólares de importaciones.

Así, los cálculos dan que la Unión Europea impone unos aranceles del 39 %, en el caso de China del 67 % y Vietnam, por ejemplo, del 90 % a los productos estadounidenses. Además, solo ha tenido en cuenta los bienes y ha excluido a los servicios, un factor que se considera decisivo en cualquier balanza comercial.

De esta fórmula se puede extraer la conclusión de que Trump considera que es un arancel toda compra que se ha dejado de hacer a Estados Unidos, simplemente por otros países que no podían hacer frente a ella. Y que no está teniendo en cuenta ningún tipo de impuesto que grave los productos importados por los norteamericanos.

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