La Seguridad Social cierra 2024 con un déficit real de 53.300 millones
La asfixia de las empresas es tal que como se produzca un parón de la economía mundial, como puede llegar a pasar por la guerra comercial iniciada por Trump, podemos llegar a un colapso financiero de la Seguridad Social
La Administración General del Estado ha tenido un déficit real del 46.696 millón de euros, incluyendo los 5.590 millones de los efectos de la dana, que a Montero le gustaría que se queden en el limbo de los justos, como le permite la Comisión Europea, pero que realmente suman, le guste o no, a su déficit real como se lo tiene que comer la página web del propio ministerio de Hacienda:

Déficit Administración General del Estado
Donde, como pueden ver, la ministra se tiene que tragar sus palabras y comer con aceite, vinagre, mucho vinagre y sal, la presentación donde alardeaba de su magnífico éxito
Aunque en letra pequeña ya reconocía lo que nunca contó, tal como expliqué en el artículo que publiqué en este diario el pasado día 30 de marzo: Montero y el déficit real.
Todo esto lo explico porque lo que quiero es que vean ustedes el peligro que tiene la situación actual. La Seguridad Social, al recibir casi 45.000 millones en transferencias corrientes para que no se produzca la quiebra de este organismo resulta que es quien está generando realmente el déficit de la Administración General del Estado. Este Organismo está completamente quebrado y se puede llevar las finanzas de todo el Reino España a la quiebra en un futuro no muy lejano.
Sabemos que al dejar en negativo la cuenta del Banco de España en 29.100 supone añadirlos al déficit real, que ya roza los 80.000 millones. Estamos dejando al siguiente Gobierno un déficit oculto del 5 %, lo que significa que hemos engañado a Bruselas y al Eurostat en 1,85 % puntos, cifra que se va acercando cada día más a lo que dejó el insigne Zapatero.
Veamos cómo han crecido los ingresos, los gastos y el déficit real de la Seguridad Social, todo con los datos oficiales de la IGAE.
Es muy importante observar lo que ha pasado. Los ingresos totales crecen un 7,4 %, mientras que los gastos totales suben un 7,2 %, pero a pesar de eso, el déficit real, después de descontar las transferencias corrientes, crece un 7,6 % y se va a 53.309 millones.
Lo que más tiene que sorprendernos a todos es que los ingresos por cotizaciones crecen 13.174 millones. Es decir el Ministerio de Seguridad Social, sigue estrujando a los trabajadores y a los empresarios, las cotizaciones sociales suben un 7,1 % y se han quedado a nada de los 200.000 millones que no sirven ni para pagar el incremento de las prestaciones, que se va a 15.499 millones y crecen un 7 % y suman ya todas ellas, pensiones contributivas, no contributivas, incapacidad temporal, ingreso mínimo vital y algunas otras, 235.383 millones de euros.
Las transferencias corrientes se van a los 44.758 millones y no llegan a los 50.000 millones como yo había previsto, porque manda en un déficit oficial de 8.551 millones, a pesar de que le habían prometido a Bruselas sólo 3.962 millones, pero han preferido no cumplir, para no incrementar más el déficit de la Administración Central.
Estamos ante una situación insostenible y lo llevo diciendo desde hace mucho tiempo. Además de que estamos haciéndonos trampas en el solitario, porque las cotizaciones sociales son para pagar las pensiones contributivas y la incapacidad laboral temporal, pero no para pagar el resto de los gastos que se le suman, pero el hecho de no tener Presupuesto Generales agrava la situación porque lo que toca es hacer enjuagues permanentes, para intentar que Bruselas no nos pille.
Este año la cosa empeorará, porque las prestaciones sociales ya subieron en 2024, 15.489 millones, y conocemos que solo las pensiones contributivas se van a disparar en 11.000 millones, quiere decir que este gasto de nuevo va a subir 15.000 millones.
Las empresas y los trabajadores lo tienen bastante difícil, van a aportar otros 13.000 millones y la cosa no pinta bien, a pesar de que se han vuelto a subir el límite de las bases de cotización para los salarios máximos y ya está en 60.000 euros anuales, lo cual necesariamente va a provocar que para los trabajadores sea más difícil alcanzar este salario y para los empresarios contratar gente de esos niveles. Eso sin contar con el mecanismo de equidad, que os otro impuesto que roza el 1 % y que no es otra forma que subir de otra manera, lo que pagan las empresas y trabajadores.
La asfixia de las empresas, fundamentalmente pymes, es tan clara y como se produzca un parón de la economía mundial, como puede llegar a pasar por el nuevo sistema arancelario implantado por la Administración Trump, podemos ver una caída en cascada de los ingresos por cotizaciones sociales, que pueden llevar a un colapso financiero de la Seguridad Social.
Estamos a punto de que El Ocaso del Estado del Bienestar pueda llegar a su fin, tal como lo conocemos, pero lo peor es que esto suceda con un gobierno sin ideas y sin PODER para hacer nada nuevo.