La segunda fiebre del pádel pone en juego a las empresas españolas

El pádel que llegó a España en los años 90 vive ahora su segunda edad dorada. Nunca ha dejado de ser un deporte en crecimiento e, incluso, ha superado las etiquetas de ser practicado solo por clases altas.

El pádel se ha democratizado y ha servido como modelo de negocio de muchos empresarios. España tiene en Javier Llaneza al único empresario del sector que ejecuta las obras que previamente desarrolla dentro del asesoramiento integral a clubes deportivos. Cubinor lleva 20 años especializada en construir pistas y equipamiento deportivo.

Dentro del sector tiene muy buena reputación. Llaneza, en conversación con El Debate desvela que «durante la tormenta Filomena colapsaron 40 obras en Madrid, pero a nosotros no se nos cayó ninguna, por suerte».

Como fundador de Cubinor asegura que «hace cuatro años pensaba que el pádel había tocado techo», pero ahora ve como este deporte ha logrado poner a España en Europa. Hay ingenieros españoles que se han marchado a trabajar a Emiratos Árabes y han acabado impartiendo clases de pádel por 100 dólares la hora.

En otros casos, son varios socios los que se juntan con un capital que les permita alquilar una nave industrial y levantar siete u ocho pistas a razón de unos 15.000 euros por cada una. Los cálculos son 26 euros por 90 minutos en un horario de 8 de la mañana a medianoche los siete días de la semana todos los días del año a excepción de Navidad y Año Nuevo. Además, hay que contar con clases particulares que los jugadores pagan a 12 euros la hora.

Más pistas y clubes

Los datos sobre el crecimiento empresarial del pádel hablan solos. En 2018 se construyeron cuatro veces más pistas en Italia y Francia. En toda Europa se sumaron casi 1.500 instalaciones nuevas. La pandemia no logró acabar con el pádel aunque lo dejó tocado porque es un deporte que se practica mejor en interiores. En 2020 se recuperó con 12.000 nuevas pistas y más de 2.000 clubes fundados por toda Europa.

En España, la Federación Española de Pádel cerró 2021 con casi 100.000 licencias, un 22 % más que en 2020. Es el mayor crecimiento desde las 39.000 de 2012. Esos jugadores que se dedican de una manera más intensa a este deporte tienen por debajo casi el triple que lo hacen por placer una, dos o tres veces por semana.

Material deportivo

Ropa, calzado, palas, bolsas, torneos, accesorios… el negocio alrededor de este deporte es tan grande que muchas empresas han decidido poner en marcha su línea exclusiva de pádel, al margen de la del tenis.

Decathlon ha reforzado su apuesta por el pádel con la puesta en marcha del marketplace D-padel.com para agregar todos los productos y servicios destinados a la práctica de este deporte porque, aseguran, «es uno de los deportes de raqueta con mayor crecimiento dentro de la compañía».

El material deportivo del pádel también es un negocio interesante y propicio para los robos. Agentes de la Policía Nacional detuvieron hace unas semanas al presunto autor de un robo con fuerza en una empresa del municipio madrileño de Coslada, donde se llevó más de 1.000 palas de pádel valoradas en 160.000 euros, además de relojes, ropa y mochilas.

Marcas españolas

Marcas españolas como Joma han decidido apostar abiertamente por una línea de ropa y complementos para profesionales y aficionados. Su marca está presente en el World Padel Tour, el circuito profesional que se mueve por todo el mundo.

Además, España tiene empresas propias liderando el equipamiento mundial de los jugadores. Bullpadel tiene su sede en Madrid o StarVie en Azuqueca de Henares (Guadalajara).

Las partidas municipales han cambiado sus objetivos y ahora dedican más dinero a la instalación de pistas de pádel en complejos deportivos. En muchos casos, hasta las sustituyen por las de tenis. Así ha ocurrido en el nuevo centro deportivo Juan de Dios Román en el Ensanche de Vallecas (Madrid), en Teruel y hasta la diputación vizcaína ha destinado 10 millones para mejorar las instalaciones deportivas de 50 municipios con varias pistas de pádel en sus previsiones.

Fuera del ámbito aficionado, el pádel busca un nuevo circuito profesional mundial por el que se pelean, entre otros, el propio presidente del PSG y exjugador de tenis Nasser Al-Khelaïfi. Los derechos de televisión han pasado a manos de Movistar+ en España y lo convierte, por primera vez en la historia, en un deporte de pago por visión.