Qué puede hacer el casero legalmente si el inquilino no acepta la subida de su alquiler

Tal y como establece la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), en este 2024 los contratos de alquiler ya no se actualizan directamente por el IPC, sino que no pueden exceder el límite del 3 % establecido por el Gobierno. No será hasta 2025 cuando comiencen a actualizarse con un nuevo índice que, según el texto del BOE, será «más estable que el IPC y también más bajo». A pesar de que la LAU no especifica cuál será el índice apropiado para llevar a cabo esta actualización, establece claramente que el incremento no podría ser superior al IPC (el índice de referencia para medir la inflación).

¿Y en qué momento se puede subir el alquiler de una vivienda?

Según establece la LAU, es posible subir el alquiler al completarse un año de contrato, siempre y cuando este precepto esté acordado en dicho contrato. Esos sí, este incremento del precio debe avisarse con al menos un mes de antelación a la fecha en la que se quiere cobrar el incremento y debe explicarse el porcentaje de variación. Si no se cumplen con estos plazos, no se podrá subir el precio del alquiler.

¿Y qué pasa si el inquilino no acepta esta subida?

Según explican desde el portal inmobiliario Housing Anywhere, si el inquilino no acepta este aumento del alquiler, pero continúa abonando la misma renta mensual, el propietario podría comenzar un proceso judicial, para el cual sería necesario aportar las pruebas que justificaran la necesidad y la legalidad de dicho incremento.

Además, es importante tener en cuenta que la LAU establece que, una vez finalizado el contrato de arrendamiento y sus posibles prórrogas, el inquilino no tiene derecho a permanecer en la propiedad sin un nuevo acuerdo. Si el inquilino continúa pagando y el propietario lo acepta, se interpretará esto como una continuación del contrato bajo las mismas condiciones.