Estudiantes de Primaria en el aula.
Educación
El Gobierno propone restar 90 horas a Religión para darle 60 más a Plástica
Sin embargo, se estudia que la asignatura pueda contar para pasar a segundo de Bachillerato y obtener el título
El Gobierno de Pedro Sánchez prioriza las Enseñanzas Artísticas a la asignatura de Religión durante la etapa de Primaria. Prueba de ello es la reducción de 90 horas anuales que ha decidido aplicar a Religión para dar el gran volumen de las mismas, 60 horas en concreto, a la de Enseñanzas Artísticas.
Este miércoles, el Ministerio dirigido por Pilar Alegría propuso a las diferentes autonomías que a partir del próximo curso en Educación Primaria se dediquen más horas a Conocimiento del Medio (15 horas más), Matemáticas (10 horas más), Lengua (5 horas más) y a Enseñanzas Artísticas (60 horas más).
Así, la propuesta del currículo para los niños de 6 a 12 años establece que los niños dejen de recibir 90 horas menos al año de clases de Religión.
La asignatura podría contar para obtener el título
Es una cuestión que aún no está cerrada, explican fuentes del ministerio, que está trabajando en la regulación de la enseñanza de religión en el marco de desarrollo de la última ley educativa (Lomloe, aprobada en diciembre de 2020).
Esta materia, que se rige por el cumplimiento del Acuerdo entre el Estado español y la Santa Sede sobre Enseñanza y Asuntos Culturales, debe ofertarse de modo obligatorio en los centros pero tiene carácter voluntario para los alumnos.
El pasado día 4, la Conferencia Episcopal publicó su propuesta del nuevo currículo de Religión Católica para Infantil, Primaria y ESO, y publicará el correspondiente a Bachillerato cuando el Ministerio Educación dé a conocer su borrador de currículum para esta etapa.
Más poder a las autonomías
Otra novedad es que Educación solo determina el 60 % del horario de las enseñanzas mínimas para esta etapa, en vez del 65 %, con lo que ofrece un poco más de autonomía a las comunidades para decidir a qué dedican el 40 % restante de las horas lectivas.
La estimación semanal del horario del conjunto de asignaturas quedaría de la siguiente manera: 2,3 horas para Conocimiento del Medio; Educación Artística (1,7); Educación Física (1,4, que se reduce); la nueva Educación en Valores (1,4), Lengua Castellana (4), Lengua Extranjera (1,7), Matemáticas (2,8) y Religión, una hora (en lugar de 45 minutos).
A estas horas lectivas habrá que añadir el 40 % del horario que tienen que determinar después las comunidades autónomas.
Por ejemplo, explican fuentes del Ministerio de Pilar Alegría, su propuesta para la asignatura de Religión es de una hora semanal, pero las comunidades pueden ampliarla, por ejemplo Navarra le dedica hoy dos horas a esta materia y si quieren pueden mantenerlas.
Por otro lado, las mismas fuentes matizan que los nuevos cómputos de horas lectivas no se pueden comparar con la última ley educativa (LOMCE), ya que ésta dividía las materias en bloques no en materias, por lo que ahora se hace la comparativa con la anterior Ley Orgánica de Educación (LOE), que establecía el 65 % del horario en lugar del 60 % de la «ley Celaá» (3.305 horas semanas frente a 3.150).
Por otro lado, el texto remitido a las comunidades establece que cada alumno dispondrá al acabar la etapa de un informe sobre su evolución y las competencias desarrolladas para garantizar una transición con «las mayores garantías» a Secundaria.
En cuarto curso de Primaria los centros evaluarán las competencias adquiridas por su alumnado y su resultado tendrá carácter informativo, formativo y orientador para los colegios, alumnos y familias.
Uno de los principios pedagógicos que recoge el texto es que en todas las áreas se promoverá la igualdad entre hombres y mujeres, la educación para la paz, la educación para el consumo responsable y el desarrollo sostenible y la educación para la salud, incluida la afectivo-sexual.
Asimismo afirma que se pondrá especial atención a la orientación educativa, la educación emocional y en valores y a la potenciación del aprendizaje significativo que promueva la autonomía y la reflexión.
