El nuevo Bachillerato obligará a estudiar los «logros» de la II República omitiendo sus problemas y fracasos

El Consejo de Ministros aprobará previsiblemente este martes el currículo de Bachillerato para completar la ordenación de contenidos de la LOMLOE. Un decreto curricular que, comparado con el de Primaria y ESO, aporta mayor concreción de contenidos y recomienda, entre otras cosas, «el estudio de las grandes reformas estructurales que acometió la II República», así como las «reacciones antidemocráticas» que derivaron en la Guerra Civil.

En el currículo de Bachillerato, el Ejecutivo ha optado por un viraje completo a la ordenación de los ciclos anteriores. Si en la ESO «desaparecían» contenidos bajo la excusa de dar más autonomía a los docentes para elegir el material, en el desarrollo de esta enseñanza postobligatoria sí es más conciso en lo que respecta a algunas asignaturas. Es el caso de la Historia de España, asignatura común en 2º de Bachillerato.

En la Ley Wert, se especificada que «en la distribución cronológica de los contenidos se otorga una mayor importancia al conocimiento de la historia contemporánea, sin renunciar por ello a los referidos en las etapas anteriores, pues en gran medida la pluralidad de la España actual solo es comprensible si nos remontamos a procesos y hechos que tienen su origen en un pasado remoto».

Así, los alumnos de la LOMCE estudiaban en diferentes bloques desde los primeros humanos en la Península Ibérica hasta la Edad Contemporánea, pasando por la conquista musulmana o el descubrimiento de América.

Ahora, la LOMLOE determina que, en la asignatura de Historia de España de Bachillerato, «se relacionan los saberes básicos de la España contemporánea y actual, que cuentan con mayor presencia, con los de etapas históricas anteriores». Estas etapas anteriores, sin embargo, quedan sin concretar en el real decreto que establece la ordenación de Secundaria.

Los alumnos estudiarán las «reacciones antidemocráticas» que derivaron «en el Golpe de Estado de 1936»

En el desarrollo de competencias específicas de esta asignatura, el borrador del decreto establece los estudiantes deberán «reconocer el legado democrático y las acciones en favor de la libertad» desde la quiebra de la Monarquía Absoluta y los inicios de la España liberal a la actualidad. Asimismo, tendrán que «emplear el rigor metodológico» en el estudio de las «grandes reformas estructurales» de la II República, «identificando sus logros y las reacciones antidemocráticas que se produjeron y que derivaron en el golpe de Estado de 1936» y adentrarse en el «marco conceptual del estudio de los sistemas totalitarios» a través de la «interpretación de la evolución del Franquismo».

En el estudio de la Historia de España, los alumnos también tendrán que «introducir la perspectiva de género» identificando «los mecanismos de dominación que han generado y mantenido la desigualdad entre hombres y mujeres, los roles asignados y los espacios de actividad ocupados tradicionalmente por la mujer».

Por último, aboga por «constatar el papel relegado de la mujer en la historia analizando fuentes literarias y artísticas, valorando las acciones en favor de la emancipación de la mujer y del movimiento feminista y recuperando figuras individuales y colectivas como protagonistas silenciadas y omitidas».

Perspectiva de género

Como ocurría en los decretos curriculares de ESO y Primaria, el de Bachillerato está lleno de menciones a la perspectiva de género. En la asignatura de Ciencias Generales, obligatoria en 2º para los alumnos de Bachillerato General, los estudiantes tendrán que «analizar la contribución de la ciencia y de las personas que se dedican a ella, con perspectiva de género y entendiéndola como un proceso colectivo e interdisciplinar en continua construcción». En Dibujo Artístico, se pide incorporar a los ejemplos analizados «la perspectiva de género, con énfasis en el estudio de producciones artísticas realizadas por mujeres».

Algo similar ocurre con Dibujo Técnico, donde los alumnos estudiarán las estructuras y elementos geométricos y obras del pasado y presente «desde la perspectiva de género y la diversidad cultural».

También se encuentran menciones a este concepto en Educación Física, Filosofía, Historia de España, Historia del Arte, Lengua Castellana y Literatura, Literatura Dramática, Literatura Universal, y Movimientos Culturales y Artísticos,

Contribuye a promover los independentismos

Enrique Ossorio, consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, ha criticado que Historia de España debería estudiarse de forma «completa». «Pensamos que es una manera de contribuir más a promover los independentismos y nacionalismos. Si los alumnos españoles no conocen lo que pasó en España van a tener una visión desenfocada de la realidad española».

Por eso, ha asegurado que, su Consejería incluirá – en el 40 % que pueden fijar las CCAA– «todo lo que no han puesto de historia» porque «no puede ser que los alumnos no conozcan que existió el descubrimiento de América».