Universidad
El pinchazo del globo del Periodismo: estas son las razones por las que ya no es una carrera atractiva
Profesionales y exalumnos creen que unos planes de estudio anticuados y unas perspectivas laborales funestas espantan a los aspirantes de las facultades
La carrera de Periodismo vivió años y años dorados –en cuanto a matriculaciones y número de licenciados–, pero su burbuja parece haberse pinchado.
Fueron tiempos donde se abrían facultades de Ciencias de Comunicación por doquier y algunas universidades ensanchaban el campo con hasta ocho grupos por curso para absorber una ingente cantidad de estudiantes ávidos de emular a los grandes de este oficio.
Sin embargo, el globo se desinfla. Y a juzgar por los testimonios de profesionales, exalumnos o docentes, parece que ha sido la propia carrera en sí la que ha hecho ‘méritos’ por espantar a los aspirantes: planes de estudios anticuados con una teoría alejada de toda práctica y una desproporcionada cantidad de graduados al año que hace imposible que puedan ser colocados en un mercado laboral turbulento han hecho el resto.
El grado ya no es atractivo y sus salidas laborales tampoco resuelven la ecuación de aquel que se plantea estudiar Periodismo.
Formación en entredicho
La gran mayoría de los encuestados por la APM (Asociación Prensa Madrid) refieren que la titulación «no cubre las necesidades del futuro del periodista». En su Informe Anual de la Profesión Periodística, el trabajo recuerda que los profesionales «en general no están muy conformes» con la formación recibida en las facultades.
En el año 2021, la APM constató que «un año más» el número de jóvenes que habían iniciado las carreras de Periodismo y Comunicación Audiovisual había superado los 40.000, lo que representaba el mejor ejemplo del «atractivo» del que han gozado estos estudios.
Sin embargo, según datos hechos públicos por El País, el ocaso ha llegado a la primera de ellas. El grado de Periodismo ha perdido al 18,4 % de su alumnado desde 2015, pasando de 19.000 a 15.000 alumnos.
En la universidad pública, los inscritos se han reducido en un 24 % –en un contexto generalizado de descenso pero más atenuado, ya que la bajada media de las titulaciones es de un 6 %– , mientras que los centros privados han perdido al 15,1 % de matriculados.
Las razones (y no es culpa de Ibai Llanos)
Las afirmaciones del presidente de la conferencia de Ciencias de la Información, Jorge Clemente, a El País, explicando las razones de este desencanto, han causado cierta polémica en el sector por la falta de autocrítica: «La labor del periodista ha perdido prestigio, ya que casi cualquiera puede emitir noticias. Las nuevas generaciones prefieren escuchar a Ibai Llanos que oír las noticias en la radio o televisión o leer el periódico».
Unas declaraciones que parecen querer ser el árbol que tapa el bosque. En redes sociales, de hecho, tienen su propia opinión, y no es coincidente. «Culpar a los streamers de que la gente no quiere estudiar periodismo y no a las condiciones laborales de la profesión es algo que solo podríamos hacer los miembros de este gremio», asegura Guillermo Cid en X.
«Lo resumo en un ejemplo. Mañana hay una investidura y en las aulas se ignora esto y todo. No se puede enseñar periodismo al margen de lo que hay que contar», añade en dicha plataforma Rafael Yuste.
«Equivocarse de carrera es normal, pero no creo que exista grado peor enfocado que el periodismo para quien siente pasión por él», comenta David Sánchez.
«La carrera, el lugar de servir como impulso y acercamiento a la pasión, es una piedra en el camino la cual debes saltar si no te quieres hundir con ella», opina Luis Quintana.
«La falta de autocrítica en las carreras de Periodismo me asombra, y a la vez ni me sorprende. Echarle la culpa a Ibai Llanos sí, pero del nivel del profesorado y de asignaturas anticuadas, no. La carrera parece obstáculo más que aportación», finaliza Beni Arroyo.
Graduados y parados
En 2008, eran 4.546 los periodistas en paro, llegando a los 7.322 que había en 2021, según el Informe Anual de la Profesión Periodística de aquel año. En 2012 y 2013 se superó la cifra de los diez mil parados.