Bajo el lema «La lengua no se toca», varios colegios han mostrado su repulsa ante la política lingüística
Educación
Profesores de Mallorca hacen campaña en las aulas para que el catalán siga siendo vehicular en la isla
Docentes y alumnos de varios institutos de Mallorca exigen al PP y Vox que el catalán no pierda su supremacía
El acuerdo firmado entre PP y Vox para la libre elección de lengua en las Islas Baleares sigue escociendo entre el nacionalismo catalán, que en aquellos centros educativos donde controla la dirección, ha maniobrado para organizar la protesta.
Pese a que ambos socios de investidura han asegurado que el pacto respeta la normativa vigente y «las dos lenguas oficiales», el catalanismo no quiere que su opción pierda la condición de lengua vehicular en la enseñanza.
«Este acuerdo respeta que los niños acaben la educación obligatoria conociendo las dos lenguas oficiales, es decir, que respeta la normativa vigente consensuada a lo largo de los últimos años. Respeta el Estatuto de Autonomía, la Ley de Educación, la de normalización lingüística y el decreto de mínimos», declaraba la presidenta del Ejecutivo autonómico, Marga Prohens (PP).
'Su' lengua no se toca
El IES Can Peu Blanc (en La Puebla) ha decidido escenificar su protesta contra la libertad de elección de lengua con una sentada en la que han participado tanto docentes como alumnos.
Con una pancarta que rezaba ‘La llengua no es toca’ (La lengua no se toca), el centro ha querido mostrar así su repulsa a lo que ellos denominan como política de segregación lingüística. Asimismo, otros institutos de la zona, como el IES Santa Margalida y el IES Clara Hammerl, también han efectuado acciones similares, tal y como recoge Diario de Mallorca.
Adoctrinamientos
Así, esta organización denunció que en muchos de estos PLC se indicaba expresamente que los alumnos deberían comunicarse con los profesores y el resto de los alumnos en catalán, «independientemente del conocimiento de la lengua catalana que tengan».
El rodillo nacionalista se aplicó también con contundencia fuera del aula, porque en la mayoría de los centros se establece que «las actividades extraescolares» también deberán ser en catalán.
