Ángela Sánchez, madre y profesora de primaria
La profesora que ha llevado al Congreso miles de firmas para prohibir los móviles a menores: «Pasan cosas graves»
«Pedimos una prohibición en todos los ámbitos, no solamente en el educativo ni en los colegios. Queremos que se regule a todos los niveles, que un niño no pueda tener su propio teléfono móvil»
Se llama Ángela Sánchez-Pérez, es profesora de primaria en un colegio de Toledo y madre de dos hijos adolescentes de 12 y 16 años.
Este jueves se ha presentado en el Congreso de los Diputados con una caja de cartón que guardaba 63.000 firmas.
Unas rúbricas que pretenden convencer a los parlamentarios para que se pongan a redactar una ley que prohíba el uso del móvil a los menores en todos los ámbitos, especialmente el escolar.
Y un mensaje para la ministra del ramo, Pilar Alegría, que hace poco dijo que «no se le podían poner puertas al campo». «Sí, pero el campo tiene precipicios», contesta.
Precipicios en el campo
«Esperamos que nos escuchen porque hemos movido conciencias y estamos en un momento en el que esto hay que pararlo», ha señalado en declaraciones a los medios Sánchez-Pérez antes de entregar las firmas en la Cámara Baja, en referencia a los diputados.
En la petición registrada en el Congreso, ella y la también docente Natalia Jiménez, solicitan que, teniendo en cuenta el apoyo con el que cuenta su moción y dadas las «consecuencias negativas» que produce el uso temprano de móviles en menores (como la falta de atención y de concentración, problemas de sueño, ansiedad o depresión), se revise la legislación actual relativa al uso de móviles por parte de menores.
Para parar el uso temprano de móviles en menores, la profesora reclama «una legislación». «No soy jurista, soy docente, vengo en calidad de docente y hemos observado en el alumnado de unos años a esta parte cosas muy graves que se tienen que conocer y que hay que legislar para que ellos tengan unas normas y unos límites», ha subrayado.
La regulación que proponen es una «prohibición total» en menores, fijando la franja de edad entre los 14 y los 16 años, «dependiendo la madurez del niño». «Pedimos una prohibición en todos los ámbitos, no solamente en el educativo ni en los colegios. Queremos que se regule a todos los niveles, que un niño no pueda tener su propio teléfono móvil», ha zanjado Sánchez Pérez.
Antes de entregar la petición en el Congreso de los Diputados, la docente ha respondido a la ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, quien rechazó prohibir los móviles a los adolescentes, al considerar que sería «como poner puertas al campo». «Puertas al campo no se pueden poner, pero si el campo tiene precipicios hay que pensarlo», ha apostillado.
Entre los «precipicios» a los que se ha referido, la profesora ha destacado que los teléfonos móviles en la infancia generan «cosas muy graves» como el acoso escolar, el ciberbullying, suicidios de adolescentes y de niños, depresión, insomnio, o déficit de atención en las aulas. «Si les pones un vídeo no atienden», ha asegurado en referencia a los alumnos.