Más de un tercio de los graduados españoles trabaja en puestos de baja cualificación

España registra el mayor porcentaje de ocupados de 20 a 64 años con educación superior que trabaja en ocupaciones de baja cualificación (35,9 %), muy por encima del dato medio de la UE (22,2 %). Además de la sobrecualificación, los graduados españoles tampoco salen bien parados en la empleabilidad, ya que en 2022 presentaron la segunda tasa de empleo más baja de los 27 países de la UE (83 % respecto al 87,4 % de la media comunitaria).

La investigación desvela que hay un desajuste entre la demanda de estudios y las oportunidades de empleo: el porcentaje de titulados en STEM en España (18,8 %) es inferior al de la Unión Europea (25,1 %), mientras que en España hay el doble de egresados en el ámbito de la educación.

Son algunas de las principales conclusiones del informe presentado por la Fundación CYD, que analiza, diagnostica y propone líneas de mejora para la universidad española, que además, necesitará abordar su relevo generacional, ya que la mitad de sus catedráticos y un tercio de personal docente e investigador se jubilará en diez años.

El informe también alude a la aprobación, en 2022, de la Ley Orgánica del Sistema Universitario, que afirma «no es lo suficientemente atrevida para impulsar la reforma que la universidad necesita y queda limitada por el desequilibrio entre la autonomía de las universidades, la capacidad efectiva de gestión y la rendición de cuentas».

Prioridades identificadas

El Informe CYD, que suma 19 ediciones, «ofrece un diagnóstico completo de la universidad española» y una propuesta de líneas de mejora con el fin de favorecer la contribución de la universidad al desarrollo económico y social".

A lo largo de cuatro capítulos, 43 colaboraciones de 62 expertos y una monografía dedicada al impacto de la inteligencia artificial en la universidad, el Informe CYD 23 analiza la situación de las siete prioridades estratégicas para la universidad que definirán la agenda de trabajo de la Fundación CYD.

Las prioridades identificadas en el informe son las siguientes:

• Aumentar la inversión

Según el informe «Educación en un vistazo 2023» de la OCDE, el gasto en las instituciones de educación superior españolas es de 14.361 dólares por alumno, un 20,7% inferior al promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos.

En los últimos años, España ha aumentado el peso de la inversión en I+D sobre el PIB: ha pasado de un 1,19% en 2016 al 1,44% en 2021, siendo el sector privado el que más ha impulsado este crecimiento.

Aunque ha habido una inversión récord, impulsada por los fondos europeos, resulta difícil cumplir el objetivo de gasto en I+D sobre el PIB del 2,12% definido en la Estrategia Española de Ciencia, Tecnología e Innovación 2021-2027, ha explicado en la rueda de prensa Ángela Mediavilla, responsable del gabinete técnico de la Fundación CYD.

• Asegurar el relevo generacional

En la última década la universidad pública ha visto disminuir su personal funcionario: en el curso 2021-2022 hay 7.924 funcionarios menos respecto al 2010-2011, a la vez que ha subido el profesorado contratado en 12.506 personas, de las cuales, 6.080 son profesores asociados.

En los próximos diez años unos 21.400 profesores (19,4 %) se jubilarán por los que hay que abordar un relevo generacional. Este porcentaje aumenta si se tiene en cuenta solo al Personal Docente e Investigador funcionario (33 %) y catedráticos (49,7 %).

• Mejorar la empleabilidad

Los graduados superiores españoles presentan en 2022 la segunda tasa de empleo más baja de los 27 países de la UE (83 % respecto al 87,4 % de la UE) y la segunda tasa de desempleo más alta (7,1% frente al 3,5 % de la UE).

Además, nuestro país se registra el mayor porcentaje de ocupados de 20 a 64 años con educación superior que trabaja en ocupaciones de baja cualificación (35,9 %), frente al 22,2 % de la UE.

• Aumentar la relevancia del conocimiento generado

Las universidades españolas generan el 77,5% de las publicaciones científicas, pero hay poca interacción con otros actores del sistema de ciencia e innovación, «lo que puede llevar a que el conocimiento generado no sea accesible y, consecuentemente, no se aproveche».

• Fomentar la internacionalización

España recibe más alumnos de los que envía fuera: en el curso 2021-2022 había 135.474 estudiantes internacionales en los campus presenciales y 54.163 alumnos españoles estaban matriculados en programas de movilidad.

La mayoría de quienes llegan a España lo hacen a través de programas de movilidad como Erasmus+ mientras que son minoría en la matrícula ordinaria. Uno de los motivos puede ser la baja oferta de titulaciones en otros idiomas.

• Mejorar el acceso y la equidad

Las mujeres son mayoría entre los titulados de grado y máster (60,5 % y 57,2 % respectivamente, curso 2021-2022), pero a medida que aumenta el nivel de estudios y la carrera académica su presencia mengua: solo el 26,3 % son catedráticas y el 25% rectoras.

• Acelerar la transformación digital

La inteligencia artificial debe contemplarse desde tres perspectivas: aprender con ella (utilizando herramientas), aprender sobre ella (cómo funciona) y prepararse para ella (entender sus repercusiones).