Trucos para despegar en los estudios: de la regla de los cinco minutos a la ley de Parkinson

Estudiar no es fácil. Partiendo de la base de que todos somos diferentes y cada uno de nosotros afronta los problemas derivados del estudio de una manera diferente, sí que existe la creencia de que hay una serie de estrategias comunes para que niños, adolescentes e incluso adultos alcancen el éxito.

Aversión a una determinada asignatura o materia –¿quién no le ha cogido tirria alguna vez a las matemáticas o a la química?–, tendencia a la pérdida de atención, desorden, bloqueo ante los exámenes, o falta de planificación. Muchas pueden ser las causas que expliquen un mal desempeño educativo.

El ingeniero y profesor Miguel Cobos, anima en su último libro ¿Cómo despegar en los estudios?, a desterrar «viejas e ineficaces fórmulas», como la multitarea, la queja constante y repetir y repetir hasta memorizar el temario.

La obra pretende servir «para gestionar y prevenir los obstáculos» y conseguir invertir «el mínimo tiempo necesario para lograr el mayor rendimiento posible».

Estas son las claves y herramientas que ofrece Cobos:

• Regla de los 5 minutos: Consiste en que cuando no sepas por dónde empezar una tarea que se te está haciendo bola, pongas un cronómetro y simplemente empieces. El único objetivo es ponerse a ello durante cinco minutos.
• Regla de los 2 minutos: Si tardas menos de dos minutos en hacer una tarea, hazla ya. No la apuntes para hacerla después, no la planifiques en un calendario.
• Ley de Pareto: El filósofo e ingeniero italiano Vilfredo Federico Pareto, fue autor de la regla, publicada en 1896, del 80/20, por la que el 80 % del tiempo dedicado a una tarea suele ser improductivo. Es decir, si en una tarde estudias cinco horas, solo una es realmente productiva; las otras cuatro deberías replanteártelas.
• Ley de Parkinson: El británico Cyril Northcote Parkinson afirmó en 1957 que «el trabajo se expande hasta llenar el tiempo que tienes disponible para terminar una tarea». Es decir, para hacer un trabajo o para estudiar no tardas el tiempo mínimo imprescindible sino que tardas todo el que tienes a tu disposición. Hay que «jugar» a ponerse límites de tiempo exigentes, pero asumibles, para terminar los deberes, los trabajos y los bloques de estudio.
• Marginal gains (ganancias marginales): Estrategia del entrenador galés de ciclismo David Brailsford que consiste en buscar un pequeño margen de mejora en cada parte del proceso. Un pequeño margen de mejora, pero en muchos elementos.
• Evitar las quejas: La queja afecta a la mente porque segrega cortisol, hormona del estrés, y reduce el tamaño del hipocampo (área relacionada con la memoria, inteligencia y resolución de problemas).
• Divide y vencerás: Para conseguir un objetivo viene bien segmentarlo, trocearlo en pequeñas metas más asumibles. Al descomponerlo, eliminas cualquier bloqueo que puedas sentir y da motivación para empezar a recorrer el camino.

A todo ello es vital recordar que es vital respetar los tiempos de descanso. Para rendir en los estudios, es necesario aplicar la máxima de «mente y cuerpo sanos». No se debe renunciar a las horas necesarias de sueño y saber desconectar, y cuando lo hagamos, no dejar que nos invada la sensación de estar desperdiciando un tiempo necesario para el estudio.