Francisco Venzalá (ANPE): «El plan de refuerzo para las matemáticas y la lectura solo será un parche»

Francisco Venzalá (Cádiz, 1968), es el presidente nacional de ANPE, primer sindicato de la enseñanza pública.

En esta entrevista con El Debate, Venzalá repasa algunos temas de actualidad que afectan a la educación, como el plan de refuerzo anunciado por el Gobierno, dotado con 500 millones de euros, para la mejora en matemáticas y en lectura; la prohibición de los móviles en las aulas durante el horario lectivo; y la propuesta de extender la educación obligatoria más allá de los 16 años.

–¿Cómo valora el plan de refuerzo de 500 millones para la lectura y las matemáticas anunciado por el Gobierno?

–Cualquier inversión en el área de educación la vamos a recibir siempre bien. Dicho esto, la consideramos absolutamente insuficiente, desde el punto de vista del sistema educativo español en general y en concreto de esas dos áreas, ya que todos los indicadores reflejan que no se está yendo en la dirección correcta. Es un parche coyuntural anunciado en el contexto de un mitin electoral. Los números no nos salen.

Valoramos, porque es una de nuestras reivindicaciones fundamentales, todo aquel intento que se haga en el camino de la reducción de ratios pero nos quedamos expectantes al anuncio realizado con la formación del profesorado. Nos llama la atención que se ponga sobre el tablero ahora cuando la propia ley en vigor contempla una disposición adicional sobre la que no hemos experimentado el más mínimo avance.

Los estudiantes están desorientados con tanto cambio de leyes y vaivenes políticos

–Otro de los temas candentes en la actualidad educativa es el de la prohibición de los móviles en los colegios y su limitación en los institutos. ¿Qué opinión le merece?

–Nos parece una medida acertada. En los diferentes informes que año tras año presentamos de nuestro servicio del defensor del profesor, ya alertábamos sobre la repercusión y el aumento del uso indebido de los móviles en los centros educativos, hasta el punto de producirse hechos constitutivos de delito. Creemos que llega tarde, y reclamamos que las medidas adoptadas se hagan de forma coordina para ir todos los territorios en la misma dirección.

–¿Servirá para luchar contra el abandono escolar extender la educación obligatoria hasta los 18 años?

–Este es un tema muy controvertido y que no es nuevo. Todo surge a raíz de la inserción de una propuesta de mejora en el último informe del Consejo Escolar del Estado, que recogía una tendencia que se abrió cuando la propia Unión Europea indicó en el año 2011 que una de las posibles vías para atajar el abandono educativo temprano era la de extender la edad obligatoria hasta los 18.

En países de nuestro entorno que han adoptado la medida, como Portugal, Países Bajos y Alemania, han adoptado la medida pero añadiendo otras de carácter complementario. Por poner un ejemplo, no se trata solo de medidas organizativas, sino la de conllevar la compatibilidad laboral con el horario escolar y la integración en el mercado de trabajo. Hay que analizar todas las consecuencias, empezando por las económicas, preservando los recursos y la financiación que necesite la enseñanza pública.

–¿Se ha instalado el pesimismo entre el alumnado español?

–Los alumnos no están exentos a la situación general del sistema, que transita por la senda de la incertidumbre, la inestabilidad y los continuos vaivenes educativos. En la escuela se forma académicamente, y se educa en corresponsabilidad con los principales actores. El centro ha de ser el lugar de referencia que les prepare para la vida una vez salgan de las aulas. Pero con tanto cambio en las leyes, ligado a los vaivenes políticos, entendemos que los estudiantes estén desorientados.

La medida de prohibir los móviles en horario lectivo llega tarde

Si propugnamos una educación en el esfuerzo, la exigencia, y el rigor, es porque es lo que se van a encontrar cuando se enfrenten a la realidad. La vida requiere esfuerzo porque es competitiva, y el sistema educativo no puede transmitir un mensaje que vaya en dirección contraria a lo que la sociedad les tiene preparado. Y ya es hora que nuestros responsables políticos tengan altura de miras, y de una vez por toda alcancen un acuerdo de mínimos que sustente las necesarias mejoras que necesita el sistema. En los últimos 25 años, las leyes educativas no llegan ni tan siquiera a los 10 años de vida que los expertos aseguran que son necesarios para hacer una evaluación rigurosa. Y ello se ha reflejado en PISA.

–¿Y entre el profesorado?

–La profesión docente tiene una característica inherente, que es la del optimismo. Los políticos han señalado al centro educativo como esa especie de caja de Pandora que se pretende que dé respuesta a todos los problemas sociales. Pero frente a ello, la educación continúa avanzando gracias a que el profesor tira del carro. El profesorado está harto de tanta burocracia que lastra su trabajo y que muchas veces , lo obstaculiza para poder dedicarse por completo a su labor. Teóricamente, la ley contempla hacer de la profesión algo más actualizada y completa, pero en la práctica, no hemos avanzado nada.