No hay equidad con Israel
No estamos en contra de que las Universidades expresen su opinión sobre temas de especial relevancia siempre que lo hagan desde posiciones críticas, despolitizadas, imparciales y con el ánimo de proponer soluciones que cuenten con el mayor consenso
Diversas universidades españolas, a través de distintos órganos de dirección de las instituciones, han aprobado a largo de estas últimas semanas adhesiones al Comunicado de CRUE sobre la situación en la franja de Gaza, sumándose al movimiento de las acampadas que han tenido lugar en algunos centros como la Complutense de Madrid. Muchos profesores se han inclinado por apoyar estas posiciones que distan mucho de ser unánimes en la Universidad. Nosotros votamos en contra de la adhesión de nuestra Universidad (la Universidad Rey Juan Carlos) a dicho manifiesto y consideramos oportuno explicar nuestra decisión.
Nuestro voto no tiene nada que ver con la guerra entre Palestina e Israel, ni con las causas de un conflicto complejísimo que se prolonga en el tiempo. Votamos en conciencia desde lo que, a nuestro juicio, constituye una falta de equidad tanto del comunicado de la CRUE como de la actitud de nuestra Universidad con el sufrimiento y el dolor de las poblaciones civiles durante esta última fase de la guerra.
No podíamos votar el comunicado porque nos parece que adolece de igualdad de ánimo (equidad) por estos tres motivos principalmente. En primer lugar, en el comunicado solo se alude a «las penosas consecuencias que está teniendo para la población palestina». Ni una palabra de consuelo y cariño para los padres, hijos y hermanos de los israelíes torturados, violados, secuestrados y asesinados el 7 de octubre de 2023. En segundo lugar, en el referido documento se exige que se revisen y, en su caso, se suspendan los acuerdos de colaboración con universidades y centros de investigación israelíes que no hayan expresado un firme compromiso con la paz y el cumplimiento del derecho internacional humanitario, pero no se exige lo mismo para los centros palestinos.
Finalmente, se pide intensificar la cooperación con el sistema científico y de educación superior palestino, pero no con el israelí. Estas expresiones de la CRUE implican, a nuestro juicio, una criminalización de la población civil israelí y sus instituciones educativas. En fin, se olvida que también los civiles israelíes son víctimas de la guerra. Como universitarios, entendemos que una de las vías de solución de cualquier tipo de conflicto es el apoyo al progreso científico, educativo y cultural de los pueblos, por lo que la solidaridad y el apoyo deben dirigirse a todas las instituciones educativas y universitarias palestinas e israelíes, sin hacer ninguna distinción.
Aquellos de nosotros que trabajamos, o hemos trabajado, con profesores hebreos sabemos que el hecho de pertenecer a la comunidad judía no es sinónimo de estar de acuerdo con todas las actuaciones del Gobierno israelí, como ser español tampoco es sinónimo de estar de acuerdo con todas las decisiones de los distintos gobiernos españoles. El comunicado de CRUE generaliza de forma innecesaria esta situación y banaliza la libertad individual de los académicos de Israel que, no podemos olvidar, es la única democracia liberal de la zona.
Finalmente, tampoco hay equidad en la actitud de la Universidad Rey Juan Carlos como institución universitaria ante este conflicto. El masivo ataque terrorista del 7 de octubre de 2023 no mereció para nuestra comunidad universitaria ni una sola palabra de reproche. Las imágenes que recientemente ha ofrecido el Ministerio de Asuntos Exteriores israelí de jóvenes retenidas por Hamás no han generado ninguna ola de simpatía. No entramos a juzgar si ha sido o no una decisión acertada, pero si optamos por la abstención, esa misma actitud debimos mantenerla a lo largo de todo el conflicto.
No estamos en contra de que las Universidades expresen, a través de sus órganos competentes y con unas mayorías suficientemente representativas, su opinión sobre temas de especial relevancia social, económica y política ya sea local, nacional o internacional, siempre que lo hagan desde posiciones críticas, despolitizadas, imparciales y con el ánimo de proponer soluciones que cuenten con el mayor consenso dentro de nuestra Universidad. No se puede olvidar que ningún órgano unipersonal ni plural de la Universidad Rey Juan Carlos se puede arrogar la facultad de representar a una comunidad de 2,875 docentes, aproximadamente 46,000 alumnos y unos 816 miembros del personal de administración y servicios, en asuntos que no son estrictamente académicos.
- Jorge Sainz es catedrático de Economía Aplicada en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC)
- Jorge Viera es catedrático de Derecho Mercantil en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid (URJC)