El Gobierno quiere que los alumnos identifiquen «bulos», sin concretar qué entiende por ello

El Gobierno trabaja a conciencia para eliminar o reducir lo que considera «bulos» o «noticias falsas», como suele tildar a aquellas informaciones que afectan a su gestión o a la actividad de las personas de su órbita.

Bajo ese contexto, el Consejo de Ministros aprobará este martes el anteproyecto de Ley para la Protección de los Menores en Entornos Digitales, que prevé medidas para que los profesores impartan desde edades tempranas (en primaria y secundaria) conocimientos para la autonomía de los menores en el ámbito digital y herramientas para identificar y combatir, por ejemplo, los «bulos», un concepto en el que no se concreta lo que entiende el Gobierno por ello.

La ley, impulsada por el Ministerio de Juventud e Infancia y en la que intervienen también otros departamentos, como Presidencia y Justicia y Transición Digital, irá también acompañada de una Estrategia Nacional para la protección de la infancia y la juventud en los entornos digitales, que el Gobierno quiere aprobar en otoño, una vez que el comité de 50 expertos creado con ese objetivo entregue su informe el 20 de junio.

Además del «plan de Alfabetización Mediática», como designan al paquete de medidas dirigido a la «identificación de los bulos», los móviles, tabletas, ordenadores y televisores tendrán que incluir de fábrica la función de control digital parental para que pueda ser activada de manera clara –similar a selección de idioma– por los padres o tutores, que podrán decidir qué aplicaciones, servicios y contenidos limitan a los menores.

Otra de las medidas, según han explicado fuentes del Gobierno, es la regulación del etiquetado y de las advertencias de todos los productos digitales sobre los contenidos aptos o no para menores de las aplicaciones, con un lenguaje entendible y accesibles también para personas con discapacidad, como niños con autismo.

El anteproyecto incorpora parte del diagnóstico y de las recomendaciones debatidas por el medio centenar de expertos que conforman el comité, aunque las aportaciones de este órgano irán más allá de la regulación de unos entornos digitales cambiantes y que precisan de una estrategia que aborde las medidas en el tiempo, explican las fuentes.

Primer móvil, a los 11 años

El anteproyecto que se envía al Consejo de Ministros va acompañado de un diagnóstico sobre el impacto de los entornos digitales en menores de edad realizado por el Ministerio de Juventud e Infancia, con las primeras aportaciones de los expertos.

Según ese diagnóstico, la edad media de acceso al primer móvil se sitúa en los 11 años.

Respecto a su uso, el 94,8 % de los adolescentes dispone de un teléfono móvil con internet y un 90,8 % se conecta todos o casi todos los días; la mitad de los adolescentes usa internet más de 5 horas al día los fines de semana y un 31,6 % entre semana.

El 98,5 % de los adolescentes está registrado en alguna red social y hasta un 83,5 % lo está en tres o más de tres.

Los menores usan el móvil para comunicarse (84,1 %), buscar información (83,6 %) y ocio digital (79,9 %); a ello dedican casi siete horas al día de conexión.