Los rectores admiten una «elevación ficticia» de las notas de corte con la actual EBAU
La Conferencia de Rectores y Rectoras de las Universidades Españolas (CRUE) ha reconocido que con el actual modelo de la Evaluación del Bachillerato para el Acceso a la Universidad (EBAU) «se flexibiliza en exceso, con la consiguiente elevación ficticia de las notas de corte».
Los rectores han valorado positivamente la aprobación por parte del Consejo de Ministros del nuevo Real Decreto por el que se regulan los requisitos de acceso a las enseñanzas universitarias oficiales de Grado, las características básicas de la prueba de acceso y la normativa básica de los procedimientos de admisión.
Sobre la nueva Selectividad, que entrará en vigor el año que viene y que volverá a llamarse Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), la presidenta de CRUE y rectora de la Universitat Jaume I, Eva Alcón, considera que es razonable replantear la optatividad y «eliminar un modelo de prueba que surgió de manera extraordinaria para dar respuesta a la situación de pandemia». Así, ha puntualizado que «ni se vuelve a la rigidez del modelo prepandemia ni se flexibiliza en exceso, como estaba ocurriendo».
La presidenta de los rectores españoles ha agradecido que se hayan aceptado de forma generalizada las alegaciones presentadas por la asociación, entre ellas, que la duración de la prueba sea de 90 minutos, en lugar de los 105 que se habían planteado y que alargarían los ejercicios durante cuatro o más días.
Respecto de las características básicas de los ejercicios de los que consta la prueba, la rectora ha calificado de «positivo» que se evalúe por competencias. Aunque en este caso, matiza que el Ministerio competente debería establecer cuanto antes las directrices que permitan desarrollar el nuevo formato competencial de las pruebas.
Los rectores también consideran acertada la decisión de valorar la coherencia, cohesión y corrección gramatical y ortográfica de todos los ejercicios que impliquen producción de texto.
Alcón también ha señalado que CRUE ya está trabajando para que, como indica la norma, al inicio de cada curso escolar se puedan hacer públicos los criterios de organización, la estructura básica de los ejercicios y los criterios generales de evaluación.
Además, ha insistido en la necesidad de avanzar hacia un calendario único «que tenga en cuenta no solo la realización de las pruebas, sino la preinscripción y la matrícula, con el objetivo de quitar tensión a las familias y a los estudiantes, que tienen que estar pendientes de los plazos que establece cada comunidad autónoma».
Por último, CRUE ha confirmado que la nueva redacción del artículo 10, referente a la participación en la prueba, acaba con la duda sobre el lugar en el que los estudiantes podrían examinarse. La primera vez será, obligatoriamente, en el ámbito territorial donde haya finalizado los estudios que permiten el acceso; las sucesivas, en la que residan o en la contemplada inicialmente.
En cuanto a las calificaciones, ha mostrado su satisfacción por que, al abandonar la idea de volver a la doble corrección, se evite alargar el procedimiento.
La nueva propuesta para el caso de ir a una tercera corrección, que ahora se realizará por dos correctores diferentes a los dos anteriores y que serán los que otorguen la nota final de forma consensuada, será más justa para el estudiante, aunque demande aumentar el número de correctores.