EBAU 2024
Salen las notas de la EBAU: ¿Y ahora qué? Estos son los pasos a seguir
En 2023, el 90 % de los estudiantes que se presentaron a las pruebas de acceso a la universidad (PAU, EvAU, EBAU, Selectividad) consiguieron aprobar los exámenes. Pero muchos de esos bachilleres no pudieron estudiar la carrera que querían porque no les daba la nota. Este año, a muchos les pasará igual. Otros muchos, a unas horas de tener que rellenar el documento por el que establecen una relación de doce grados diferentes en orden de preferencia, todavía no saben lo que quieren estudiar. El Debate ha hablado con Henar Martín Prieto, responsable de Orientación del Alameda International School, para conocer cómo funciona el largo proceso en el que ahora se adentran.
La nota de acceso a la Universidad
La calificación final que se va a utilizar para acceder a la universidad es un compendio de factores: las notas de Bachillerato (60 %), la nota media de la fase obligatoria (40 %) y hasta cuatro puntos extra de dos asignaturas de la fase opcional. Si el estudiante no está conforme con su nota, se puede solicitar revisión por los cauces establecidos por la Universidad encargada de la Selectividad.
La nota de corte
A la hora de elegir carrera, los alumnos no saben cuál será la nota de corte de cada grado para este curso académico. Sólo se pueden orientar con la nota de corte del año anterior. No es una calificación establecida por la universidad en función de determinados criterios, sino que se trata, literalmente, de la nota por la que se corta la lista de solicitudes, la que tiene el último alumno que había solicitado esa carrera y entra en el cupo en función del número de plazas para cada título. Las carreras con mucha demanda o con poca oferta suelen tener notas de corte más altas porque las solicitan muchos estudiantes y sólo entran los primeros de la lista, ordenada por notas.
El proceso de preinscripción
Es muy importante consultar los plazos de los distintos procesos en cada Comunidad Autónoma. El primer plazo es la preinscripción y suele completarse en estas semanas de junio. Los estudiantes tienen que hacer una preinscripción por cada Distrito Universitario (Comunidad Autónoma) al que aspiren a acceder. Y en cada preinscripción pueden marcar hasta doce titulaciones posibles en orden de preferencia dentro de las ofertadas por las Universidades públicas y los centros adscritos. Es decir, un estudiante de Medicina que no sabe si podrá estudiar en su Autonomía, tendrá que rellenar, además, la documentación de otras Comunidades Autónomas si quiere optar a plazas fuera de casa.
Listados provisionales de admitidos
A mediados de julio se publican los primeros listados de admitidos, que no son en absoluto los definitivos. ¿Por qué? Porque un porcentaje de admitidos declinará usar la plaza, la dejará bacante, y correrá la lista, en caso de que haya solicitado admisión en varias Comunidades Autónomas. El sistema asigna a cada estudiante la opción que ha superado la nota de corte y deja al alumno en espera en las solicitudes precedentes en las que no ha entrado, pero podría llegar a entrar cuando las listas se vayan consolidando.
Matriculación
Los plazos de matriculación son muy importantes porque si el alumno no termina este proceso, se entiende que no desea esa plaza, que queda de inmediato liberada para otro estudiante que estuviera en lista de espera. Si las notas de corte se mueven a la baja y el estudiante es admitido en una de las opciones que prefería más, está a tiempo de cambiar la matrícula de un grado a otro. Cada Universidad va publicando actualizaciones de las listas de admitidos a medida que se consolidan o decaen matrículas.
¿Y si no saben lo que quieren?
Hay alumnos con ideas claras, otros con vocación desde la infancia, pero no son pocos los que no saben qué quieren estudiar. El mejor consejo es que se fijen en qué se les da bien (no tanto desde la perspectiva de las asignaturas como desde las destrezas y habilidades) y elijan aquello en lo que tengan más que aportar. Si aun así no están seguros, es importante recordar que son muchos los estudiantes que se cambian de carrera en el primer curso. La nota de Selectividad tiene una validez de dos años y podrán optar a otras careras. Además, si cursan unos estudios y se pasan a otros, en algunos casos pueden convalidar asignaturas ya aprobadas.
Sueños rotos
Estos días no serán pocos los estudiantes frustrados porque una nota que, aunque sea buena, no es suficientemente elevada, puede dar al traste con muchos años de sueños e ilusiones. Es importante saber que existen planes B, opciones posibles para llegar a la carrera deseada. Hay alumnos que se vuelven a presentar a la Selectividad para subir nota. En otras ocasiones, empiezan un grado relacionado y, desde ese, pasan al que les gustaba más. También hay estudiantes que optan por una Formación Profesional de grado superior relacionada con su área de conocimiento para saltar, dos años después a un título de grado.
Estos días se publican todo tipo de noticias, opiniones y rankings sobre la idoneidad de cada carrera, el volumen de egresados que consigue trabajo, incluso el nivel de ingresos económicos en los primeros años y los posteriores en el mercado laboral. No conviene fiarse de estos datos que sólo son estadísticas. A un estudiante al que le gusta la carrera que va a hacer y que tiene facilidad para el tipo de empleo que va a ejercer, le puede ir muy bien, aunque elija un grado universitario con pocas expectativas laborales. Sin embargo, a un mal estudiante nada le garantiza el futuro aunque se matricule en la típica titulación «con muchas salidas».
El melón abierto del nivel académico
Con la llegada de la covid, ha bajado el nivel de exigencia porque fueron necesarias adaptaciones para no perjudicar a los estudiantes de centros poco digitalizados que tuvieron más dificultades para seguir el ritmo durante los confinamientos. El sistema de elección múltiple permitía que alumnos mediocres que no preparaban toda la asignatura obtuvieran buenos resultados con mucho menor contenido aprendido. Se iba a cambiar en 2024 pero el adelanto electoral en julio pasado dejó la propuesta en un cajón. Ya se han anunciado cambios para endurecer los criterios en 2025.
Desigualdad entre Comunidades
El otro tema candente que está sobre la mesa de los políticos y que tiene poca solución a corto plazo dado el nulo diálogo político entre los principales bloques, es la disparidad en los contenidos y niveles de exigencia en las distintas Comunidades Autónomas, toda vez que la nota obtenida da acceso a cualquier universidad del territorio nacional. Es decir, hay igualdad de oportunidades en el acceso, pero una desigualdad clara en el camino para obtener la nota que da acceso. Las Comunidades del PP han anunciado que establecerán un modelo único de Selectividad allí donde gobiernan. Pero si el resto mantiene sistemas con menor nivel de exigencia, esos estudiantes, con notas hinchadas, tendrán ventaja sobre sus compañeros.