Los universitarios españoles han aumentado un 18 % desde 2008 pese al descenso del 20 % de la población joven
La preferencia por cursar estudios universitarios ha aumentado 10 puntos porcentuales entre la población joven, pasando del 22 % en 2008 al 32 % en 2022
Las universidades españolas continúan atrayendo a más estudiantes a pesar del descenso de la población joven. Desde 2008, la población universitaria ha crecido un 18 %, mientras que la población joven (18 a 28 años) ha disminuido un 20 %. Esta tendencia se refleja en la decimocuarta edición del informe 'La Universidad Española en Cifras', correspondiente al curso 2021-2022, presentado por la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) en la Biblioteca Nacional de España.
El informe destaca que la preferencia por cursar estudios universitarios ha aumentado 10 puntos porcentuales entre la población joven, pasando del 22 % en 2008 al 32 % en 2022. A través de diez capítulos, el documento examina cuestiones clave del Sistema Universitario Español, ofreciendo evidencias sobre los resultados y los problemas estructurales y coyunturales que enfrenta. Los tres últimos capítulos resumen las condiciones financieras y productivas en las que las universidades españolas desarrollan su actividad.
En la presentación del informe, Eva Alcón Soler, presidenta de CRUE y rectora de la Universitat Jaume I, enfatizó que España necesita más universitarios, comparándose con otros países de la UE que tienen una mayor proporción de población con estudios universitarios. Destacó que la universidad genera más oportunidades de empleo para la juventud, lejos de ser una «fábrica de parados».
Francisco García, secretario general de Universidades, subrayó la necesidad de alcanzar una financiación universitaria equivalente al 1 % del PIB para 2030, lo que garantizaría un futuro diferente para el sistema universitario español. García abogó por acuerdos con las comunidades autónomas y las universidades para lograr este objetivo.
Susana García Espinel, directora general de Santander Universidades, reafirmó la importancia de la inversión en educación para construir sociedades más prósperas, señalando que la evolución académica debe adaptarse a las nuevas necesidades.
El informe revela que la población con estudios universitarios en España es aún inferior en 5 puntos porcentuales a la media de la Unión Europea para los jóvenes de 23 a 35 años, y en más de 7 puntos para la población de 25 a 64 años. Sin embargo, las tasas de finalización de los estudios de grado en España superan en 4 puntos porcentuales la media de los países de la OCDE. A pesar de que la mayoría de los grados españoles duran cuatro años, los estudiantes obtienen sus títulos a una edad más temprana (24 años) que en la media de la UE y la OCDE (25 años). Además, el abandono y cambio de estudios después de tres años de la duración teórica es del 29 %, frente al 35% de la media de la OCDE.
En términos de empleo, entre 2014 y 2023, se generaron en España más de 3,6 millones de empleos, de los cuales más de 2,4 millones (66 %) fueron ocupados por personas con educación superior. No obstante, en 2021, España destinaba a la I+D un 66 % de los recursos medios de la UE y un 53 % de los recursos medios de la OCDE, una brecha que ha ido ampliándose y afecta a los niveles de excelencia científica y capacidad de innovación.
A pesar de destinar solo el 1 % del gasto mundial en I+D, España produce el 3,3 % de la producción científica global, con las universidades españolas contribuyendo en más del 80 %. La producción científica ha crecido un 62 % en la última década, manteniendo un elevado nivel de calidad científica. El Índice Normalizado de calidad de la actividad científica de España en 2022 se situó en 1,27, superando el promedio mundial (1) y acercándose a los niveles de Estados Unidos (1,31), Alemania (1,34) y Francia (1,26), países que invierten significativamente más en I+D.
El estudio también señala que España es el antepenúltimo país en gasto en I+D por universidad de investigación entre 24 países analizados, aunque ocupa el sexto lugar en el número de universidades en el TOP 1.000 del Ranking ARWU 2023. El 46 % de las instituciones de educación superior españolas se encuentran en el primer cuartil de las universidades de investigación del mundo, aunque ninguna destaca entre las 100 o 200 primeras.
El informe concluye que, a pesar de la infrafinanciación endémica, las universidades españolas logran resultados comparables internacionalmente. Sin embargo, para competir en igualdad de condiciones con los sistemas universitarios europeos, España necesitaría cerca de 4.000 millones de euros adicionales en financiación pública.