Una madre pide a Educación que en ESO enseñen a hacer la declaración de la renta: «Dejemos de ser marionetas»

«Quiero que dejemos de ser marionetas». Beatriz, una madre de dos hijos de 20 y 22 años, lo tiene clarísimo. Es incomprensible que al ciudadano se le obligue a hacer cada año a hacer la declaración de la renta y no se nos enseñe cómo funciona. «Me parece vergonzoso, porque estamos obligados por ley a presentarla y nos pueden multar si la hacemos mal, pero curiosamente nadie nos enseña a hacerla bien. Lo mismo con las cosas del banco», apunta.

Por ello ha presentado una petición en la plataforma Change.org para que el Ministerio de Educación implante la enseñanza de educación financiera y fiscal en los institutos. La propuesta, creada el 26 de junio, ya ha alcanzado más de 28.000 firmas a día de hoy y espera llegar a 35.000.

«Seríamos ciudadanos más preparados si desde pequeños recibiéramos educación financiera básica y sobre otros aspectos básicos de la vida cotidiana. Que aprendiéramos cómo hacer la declaración de la renta, interpretar nuestra cuenta bancaria, preparar un CV, darnos de alta como autónomos o firmar un contrato de trabajo o de alquiler», explica.

En su opinión, este contenido en la Educación Secundaria Obligatoria es necesario porque «la información nos hace libres y… la falta de la misma nos vuelve vulnerables. Porque cuando uno sabe de lo que habla… no es tan fácil que le puedan engañar», expone. Así, si los españoles aprenderían estas cuestiones de la vida diaria desde pequeños y estarían menos «indefensos» o «perdidos» ante ciertas situaciones cotidianas. Al tiempo, defiende, un mayor conocimiento de las obligaciones fiscales implicaría «una mayor responsabilidad y conciencia ciudadana», asegura.

Evitaría discriminaciones

Beatriz considera que esta medida «evitaría muchas discriminaciones que dejan atrás a las personas que tienen menos recursos económicos y educativos».

Otro de los temas que abordaría esta materia sería la redacción de contratos porque, según recalca Beatriz, «la capacidad de redactar y entender contratos es fundamental, desde el alquiler de una vivienda hasta la firma de un contrato de trabajo».

«Esta habilidad protege a los individuos de posibles fraudes y abusos y les proporciona herramientas para negociar de manera justa y equitativa. De nuevo la información es poder y no nos deja atrás. Otros ejemplos como saber cómo rellenar un parte de accidentes, para gestionar cualquier incidente que pueda ocurrir en la vía pública o en el ámbito laboral», indica.

La madre asegura que estas competencias podrían reducir el estrés y la confusión en momentos críticos y asegurar que se cumplan los procedimientos legales y administrativos.