Fundado en 1910

16 de septiembre de 2024

El lendakari, Imanol Pradales

El lendakari, Imanol PradalesEuropa Press

País Vasco destina 635.000 euros para producir literatura en euskera, pero solo 125.000 para libros en español

El Gobierno de Pradales margina así al castellano y riega de subvenciones al vasco, a pesar de que esta solo es la lengua materna del 17,82 % de su población

El nuevo Gobierno de País Vasco, presidido por el lehendakari Imanol Pradales, se ha estrenado haciendo nuevos desprecios al castellano y guiños varios al euskera. Y esto ocurre en una comunidad donde solo el 17,82 % de su población tiene el euskera como primera lengua, mientras que el español supone la del 69,94 %, según datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

A pesar de que los propios ciudadanos vascos prefieren el castellano para comunicarse de manera oral y escrita, los diferentes gobiernos que han pasado por la lehendakaritza en los últimos años, todos de los nacionalistas del PNV apoyados por el PSOE, han intentado promocionar el euskera a costa de los contribuyentes.

La última idea, apenas tres semanas después de la toma de posesión de Pradales como lendakari, es la de destinar 760.000 euros para subvencionar la producción editorial literaria de 2024. Hasta aquí todo bien, si no fuera por el desigual reparto de estos fondos en función de la lengua.

Según el Gobierno vasco, el objetivo es fomentar la edición de literatura, para lo cual se cubrirán parte de los costes editoriales de los planes de edición anuales de obras literarias en euskera y en castellano, así como audiolibros en euskera, a desarrollar por las empresas de carácter editorial correspondiente al año 2024.

En el pormenorizado de las subvenciones se expresa que la producción editorial literaria en euskera se dotará con 515.000 euros, subvencionándose aquellos libros de carácter literario en euskera impresos en papel o en formato digital legible a publicar en el año 2024.

Por si fuera poco, los audiolibros en vasco tienen reservado otra partida de 60.000 euros, eso sí, solo para los que estén grabados con voz humana. Otros 60.000 euros se destinarán a los libros de carácter literario en euskera impresos en papel o en formato digital que sean traducciones de obras escritas en una lengua diferente al euskera, que en su versión original hayan sido best sellers en el país de edición. Para ser considerado best seller ha tenido que estar entre los diez libros más vendidos en las dos primeras semanas de venta al público en el país de la edición original o que se encuentre entre los diez libros más vendidos en su año de edición en ese país.

Una cantidad que contrasta con la del castellano: solo 125.000 euros para financiar los libros de carácter literario en español impresos en papel o en formato digital. 125.000 frente a los 635.000 resultantes de la suma de las tres cantidades que se destinarán a la producción literaria en euskera.

Una marginación más del idioma de Cervantes para promocionar el vasco, a pesar de que las ventas de libros en euskera no sea alta. Los defensores del vasco ofrecen datos como que más de la mitad de los libros vendidos en el País Vasco son en euskera. Pero hay trampa: cuentan los libros de texto escolares, que son mayoritariamente en vasco porque el modelo educativo en castellano está prácticamente borrado.

Temas

Comentarios
tracking