Puede que las encuestas sean «estados de opinión» o «una foto fija de un momento», pero suelen marcar tendencias y orientar el voto, cuando llega el momento de depositar la papeleta en la urna, hacia una formación política con opciones de representación, lo cual puede resultar fatal en estos momentos para Ciudadanos. Así, el futuro del partido naranja en Andalucía tras las elecciones autonómicas del próximo 19 de junio es incierto.
En diciembre de 2018, Ciudadanos lograba un resultado histórico, no sólo para la propia formación, que continuaba acumulando representación en el Parlamento andaluz e impulsaba, a nivel nacional, el proyecto de Albert Rivera, sino para la comunidad autónoma. Los 21 escaños que obtenía le permitían, junto con los 26 del Partido Popular y los 12 de Vox, desalojar del Palacio de San Telmo al PSOE, y entrar en el primer Gobierno no socialista de la Junta de Andalucía.
Sin embargo, al contrario que el PP de Juanma Moreno, Ciudadanos, socio minoritario del Ejecutivo autonómico, parece no rentabilizar su presencia en él. Así, mientras que Moreno espera, además de ganar los comicios, alcanzar una mayoría que lo habilite para gobernar en solitario, Cs persigue el objetivo de sobrevivir políticamente en Andalucía.
El posible adiós de
Marín
En caso de no cumplir con dicho propósito, si se produce, en definitiva, el batacazo que los sondeos pronostican para desgracia de Ciudadanos, el vicepresidente andaluz y candidato naranja en el 19-J, Juan Marín, abandonaría el comité autonómico de su partido, al modo del expresidente nacional de Cs, Albert Rivera, quien dimitía de su cargo y dejaba la política por la debacle naranja (de 57 a 10 escaños) en las elecciones generales del 10 de noviembre de 2019.
Con todo, Marín no prevé ese escenario, según manifestaba en un reciente desayuno informativo organizado por la agencia de noticias Europa Press. «Eso no se va a producir, pero seguramente haría lo mismo que hizo mi compañero Albert [Rivera]: me pondría al servicio de mi partido y le diría a Inés [Arrimadas]: «Aquí me tienes para lo que te haga falta, pero tiene que haber otra persona al frente de esta formación política en Andalucía»», aseguraba el coordinador regional de Ciudadanos.
No sería la primera despedida en el partido naranja, tampoco a nivel autonómico. De los 21 diputados que ha tenido en la pasada legislatura del Parlamento andaluz, son 10 los que han renunciado a repetir en las listas, entre ellos varios cabezas de lista en 2018, como Fran Carrillo, rival de Juan Marín en las primarias de la formación, o Sergio Romero, portavoz de Cs en la Cámara autonómica hasta septiembre 2021, cuando fue reemplazado por Teresa Pardo, quien se ha caído de la candidatura por Málaga –circunscripción por la que consiguió más escaños en 2018– tras perder en primarias frente a Nuria Rodríguez, delegada malagueña de Turismo.
Desmarcarse del PP
Para evitar el descalabro naranja en Andalucía, Ciudadanos se ha decidido, en primer lugar, a abrazar el andalucismo, cuya bandera ha enarbolado Juanma Moreno liderando el «Gobierno del cambio». La diferencia entre el «andalucismo moderno» de Moreno y el de Cs reside, básicamente, en que éste es «de centro». Y el presidente de la Junta y candidato del PP de Andalucía en los comicios venideros se ha lanzado, precisamente, a ocupar dicho espacio para ensanchar su base electoral.
En consecuencia, y con el objetivo de desmarcarse del Partido Popular, Ciudadanos ha comenzado, por un lado, a referirse a Vox –que se perfila como futuro socio del PP y su sustituto, por ende, en el Gobierno andaluz– como «extrema derecha», cuando hace unos meses prefería negociar los presupuestos autonómicos con los de Santiago Abascal a hacerlo con el PSOE.
En mayo de 2019, Juan Marín incluso salió en defensa de Vox después de que el entonces presidente del PP, Pablo Casado, tachara a la formación de Abascal de «extrema derecha». Entonces, evitaba «poner etiquetas».
Por otro lado, Ciudadanos también ha propuesto reformar el artículo 2 de la Constitución española para eliminar la expresión «nacionalidades y regiones», a raíz de la afirmación, ya matizada, del coordinador general del Partido Popular y mano derecha de Juanma Moreno, Elías Bendodo, respecto a que «Cataluña es una nacionalidad del Estado» y que «España es un Estado plurinacional», y a fin de «garantizar que España es una nación de ciudadanos libres e iguales».
Opciones electorales
por Sevilla o Cádiz
En cualquier caso, Ciudadanos apura sus opciones electorales por Sevilla. Por dicha circunscripción, la que más escaños reparte en las elecciones andaluzas, con 18, se presentan el candidato naranja a la Presidencia de la Junta de Andalucía, Juan Marín, y la presidenta del Parlamento andaluz en la pasada legislatura, Marta Bosquet, quien cambia Almería, por la que fue cabeza de lista en 2015 y 2018, por Sevilla.
Por su parte, la consejera de Igualdad, Rocío Ruiz, pasa de liderar la candidatura naranja por Huelva, donde se asignan once puestos (donde menos, junto con Jaén), a ser cabeza de lista por Cádiz, donde se adjudican quince. Ciudadanos reivindica la labor de Ruiz ante la intención de suprimir el departamento por parte de Vox, así como el sello naranja en el «Gobierno del cambio» ante los tantos que se apunta Juanma Moreno a su costa.