Igualmente, a nivel provincial, los populares han alcanzado la mayoría absoluta de los escaños en juego en Almería, Cádiz, Córdoba, Huelva, Jaén, Málaga y Sevilla. Sólo en Granada se han quedado al borde de la absoluta.
Bastiones de la izquierda
El triunfo de Moreno también se ha fraguado en bastiones que hasta ahora pertenecían a otras formaciones políticas. En Cádiz capital, en donde gobierna 'el Kichi' —marido de Teresa Rodríguez— y Adelante Andalucía ganó en 2018 con el 30 % de los votos, el PP ha vencido con el 38 % de los sufragios. Asimismo, ha recuperado El Ejido (Almería), donde Vox fue la fuerza más votada en las andaluzas de 2018 y las dos generales de 2019, y han hecho campaña tanto Juanma Moreno como Macarena Olona y Santiago Abascal.
Además, el Partido Popular ha conquistado Dos Hermanas (Sevilla), bastión histórico del PSOE andaluz. 40 años de socialismo han sido apartados por el PP, que ha recibido el 38 % de los sufragios emitidos en la localidad nazarena. En campaña electoral, los del puño y la rosa cambiaron el velódromo por la caseta municipal para homenajear a Pedro Sánchez, que no fue capaz de movilizar a una gran cantidad de público.
Por otro lado, en Salobreña, donde Olona, candidata de Vox, está empadronada y ganó en 2018 el PSOE, que ostenta la alcaldía, los populares han vencido por menos de un punto a los socialistas. Por su parte, la formación de Abascal, quinta hace tres años y medio, ha sido la tercera fuerza que más apoyos ha reunido en el municipio granadino en estos comicios autonómicos.
Participación más alta
En esta ocasión, la participación (58,33 %) no puede ser excusa para justificar el tropiezo del PSOE, habida cuenta de que ha crecido en dos puntos respecto a las andaluzas de 2018. En Sevilla, la abstención, que en 2018 alcanzó el 41,3 %, la más alta en unas elecciones autonómicas desde 1990, se ha reducido hasta el 39 %; aquí, el PP ha superado al PSOE en unos 120.000 votos.
La mayoría de los andaluces han respaldado la gestión de Juanma Moreno al frente de la Junta durante estos últimos tres años y medio. Andalucía se ha teñido en azul, y Moreno, tal como él quería, podrá gobernar en solitario gracias a una incontestable victoria en las urnas, la segunda del Partido Popular en la comunidad autónoma, tras la de Javier Arenas en 2012.