Los objetivos de Vox
El nuevo curso de Vox: adelanto electoral, reforzar la relación con el PP y voto obrero
El partido de Santiago Abascal necesita mejorar la relación con el PP de Pablo Casado y superar la división que propició el intento de moción de censura a Sánchez
Vox afronta un nuevo y decisivo curso político. El partido, que continúa mejorando en las encuestas, ha establecido como objetivo prioritario el refuerzo de las relaciones con el Partido Popular. Esta mejora está supeditada, sin embargo, al «compromiso mutuo», afirman fuentes internas de la formación. «Tiene que convertirse en un partido de oposición de verdad», relatan. A esta meta se le añaden otras tales como la implantación territorial, la lucha contra la «desinformación» y el afianzamiento del voto obrero.
La fuerza política de Vox, ligada a un mensaje contundente, les obliga a mantenerse siempre dentro de una misma línea. Su votante es comprensivo pero no laxo. La estrategia de la formación pasa por un tira y afloja con el Partido Popular que dé como resultado un alejamiento respecto a Ciudadanos para comenzar una nueva etapa de unión de la derecha sin terceros socios. Los de Abascal consideran necesario el adelanto de elecciones en aquellos territorios donde el PP y Ciudadanos han alcanzado un pacto de Gobierno.
«El Partido Popular tiene que comenzar a asumir su responsabilidad», afirman las mismas fuentes que establecen requisitos como el apoyo de una moción de censura contra el Gobierno de Pedro Sánchez. Este punto cobra especial relevancia tras el intento de Vox de expulsar a Sánchez de La Moncloa. Las palabras del líder del PP, Pablo Casado, en el Congreso de los Diputados marcaron un antes y un después en la relación entre los partidos. «El Partido Popular ha pagado un tributo de sangre, que ahora pisotean personas como ustedes», mencionó desde el atril de la Cámara Baja dirigiéndose a Abascal. Unas palabras que Vox aún no ha olvidado.
Llegar más lejos
Vox es consciente de que su implantación territorial debe ampliarse en los próximos meses. El partido tiene como reto aumentar su red en lugares como el norte de España donde, a excepción de Asturias y Cantabria, su presencia no está aún estructurada.
La intención es llegar a tiempo para las próximas elecciones autonómicas y municipales y conseguir la entrada de Vox en los parlamentos y ayuntamientos donde aún no tiene presencia.
Lucha con los medios
La relación del partido de Santiago Abascal con los medios de comunicación ha estado siempre envuelta en la polémica. El partido considera que existen ciertos medios que no «respetan la verdad». La formación verde ha vetado la entrada a sus actos y ruedas de prensa a ciertos medios a los que considera de «desinformación».
En este sentido, su estrategia «seguirá más allá de las redes sociales», aseguran. «No dudaremos en tomar acciones legales contra los medios que no respeten a nuestros votantes», afirman desde el partido.
Apoyo a los trabajadores
El voto obrero continuará siendo el objetivo de Vox en este curso político. En las últimas elecciones madrileñas el partido dirigió su mensaje a los barrios con un mayor porcentaje de trabajadores. El comienzo de su campaña en Lavapiés estableció el punto de partida de una estrategia que no pretenden abandonar.
«Tenemos intención de continuar apoyando el movimiento social y patriótico», afirman desde el partido. Cabe recordar la creación del sindicato Solidaridad, vinculado al partido, y desde donde se potencian las acciones en la calle. El acercamiento de Vox a la clase obrera responde a una intención de diferenciarse del Partido Popular. «Queremos solucionar lo que de verdad importa a la mayoría de los españoles», sentencian.
Con los objetivos establecidos, Vox se centra ahora en el acto ‘¡Vuelve a sentir España!’ que celebrarán el 9 y el 10 de octubre en IFEMA del cual se desconocen aún los detalles.