Vox responde a Moreno Bonilla: «Casado no piensa como él»

Las autonomías adoptan rumbos harto diferentes según se aproximan o no hacia tierra de negociaciones. Mientras Sánchez y Unidas Podemos casan a nivel nacional, en Andalucía parece que el camaleón socialista sí puede acercarse y mutar de color con el PP. Al menos eso es lo que durante los últimos días han demostrado Juan Espadas y Juanma Moreno, para descontento del partido de Abascal. O quizás alegría, por aquello de tener como argumento electoral la perpetuación de los socialistas en su imperio andaluz. El portavoz de Vox en Andalucía explica en exclusiva a El Debate en qué punto se encuentran las negociaciones de los presupuestos autonómicos y las líneas rojas necesarias para que el PP cuente con su apoyo.

«Moreno Bonilla no piensa como Casado. Antes teníamos a un socio débil, y ahora tenemos al socio fuerte del Gobierno que en Madrid dicen una cosa, tienen un programa y en Andalucía otro», ha explicado Gavira a colación de las declaraciones ofrecidas por el presidente del PP en la Convención de Valencia. En opinión del político, «antes el gobierno de Andalucía tenía de socio a Ciudadanos y ahora está en una situación contraria, en un modo bipolar absoluto. Yo escuchaba a Casado (en la Convención del pasado fin de semana) y es el discurso que hice yo en la última sesión de control al Gobierno de Andalucía, al gobierno de Moreno”, en referencia a las alusiones del popular a las leyes ideológicas, la reducción del gasto o la eliminación de los entes instrumentales de la Administración andaluza.

La frágil relación actual

Si bien Moreno admitió esta mañana su deseo de lograr «un pacto de amplio espectro», en referencia clara a Vox, de entre otros socios; Gavira opina que el gobierno del PP «no tiene voluntad de cumplir íntegramente ni el pacto de investidura ni los distintos acuerdos presupuestarios». Una trayectoria muy diferente a la vivida durante los pasados ejercicios fiscales del 2019, 2020 o 2021, en los que Vox sí apoyó al Gobierno andaluz, o incluso para la investidura del popular, apoyada por los de Abascal.

Por su parte, el diputado andaluz popular Pablo Venzal ha mostrado su parecer sobre las negociaciones a este periódico: «Por ahora, Vox no se ha sentado, pero imperará la lógica y hará sus propuestas, pues no parece lógico dar por terminada la legislatura».

Las líneas rojas de Vox

Al igual que ya acaece en algunos parlamentos autonómicos, la continuidad presupuestaria en Andalucía también depende de los representantes de Vox. “Administración paralela y leyes ideológicas» se erigen como las dos líneas rojas en las que Vox no está dispuesto a ceder. Las cuentas andaluzas no pueden salir adelante con el partido de Gavira si no es aceptando ciertos postulados insalvables de la formación verde.

La armonización fiscal marca la agenda política

Uno de los remos comunes a la formación popular y de Vox es la fiscalidad. Al igual que otros presidentes autonómicos del PP, el gobierno andaluz se ha mostrado en total contraposición a la armonización fiscal propuesta por los socialistas Ni Sucesiones y Donaciones, ni IRPF, ni Actos Jurídicos Documentados ni Impuesto sobre el Patrimonio. Los tipos impositivos de los tributos no han de subir en opinión la bancada PP-Vox. Venzal ha explicado que «no es el momento de subir impuestos» a los ciudadanos.

Una postura muy en línea con la fiscalidad madrileña que tanto asusta en el resto del territorio común de aplicación de los impuestos. Parece que ningún político desea meter la mano en el bolsillo del contribuyente dada la cercanía con la que comienzan a observarse las elecciones autonómicas. Son varias las políticas en las que el PP andaluz sí podría coincidir con Vox según el diputado popular: «la reforma de la burocratización y agilización de las normativas -como la tramitación de la ley de suelos o la vivienda-, la política sanitaria en cuanto a infraestructuras, ampliación de plantilla o la mejora de la atención primaria».

Posible adelanto electoral

En ligazón con los puntos comunes, Vox responde con un mensaje muy políticamente correcto: «A nosotros lo que nos interesa es que en Andalucía haya elecciones para que el andaluz determine qué tipo de gobierno quiere y no le de más tiempo al Partido Socialista a rearmarse». En opinión del político de Vox, el imperio socialista es muy fuerte ya que, por ejemplo, ostentan la silla de «más del 80% de los ayuntamientos». Estratégicamente siempre resulta más cómodo criticar desde la oposición que gobernar desde el sillón, subrayan fuentes de la bancada socialista. Según estas mismas fuentes, a Vox quizás sí le interese que el PP pacte con el PSOE los presupuestos en lugar de con ellos.

A poco menos de un mes, puede que PP y PSOE sorprendan con un acuerdo histórico en Andalucía para evitar la prórroga presupuestaria. Aunque como señala el diputado popular a este periódico, «si miramos en la costumbre, pocas veces se ha dado», si bien en opinión del popular existe una gran diferencia entre los socios del gobierno andaluz y los del nacional donde Sánchez «va de la mano de independentistas y la extrema izquierda». En unas semanas se conocerá el color o colores con que el camaleón popular se camuflará para firmar unos presupuestos autonómicos observados con atención desde la lupa nacional.