Echenique junto a miembros del Sindicato de Inquilinas e Inquilinos
Las izquierdas aplauden
La Ley de Vivienda ablanda la negociación de los Presupuestos con ERC y Bildu
Con la intervención de los alquileres, el presidente da un paso de gigante hacia la aprobación de unas cuentas públicas que serán las de su tranquilidad, puesto que le garantizan casi toda la legislatura
Pedro Sánchez ha abierto las aguas de un acuerdo para los Presupuestos Generales de 2022 no solo con Unidas Podemos, sino también con el resto del bloque de izquierdas.
Con Carles Puigdemont de vuelta en sus cuarteles de Waterloo y la Ley de Vivienda desatascada, el presidente del Gobierno ha dado un paso de gigante hacia unas cuentas públicas que serán las de su tranquilidad. Puesto que le garantizan combustible hasta casi el final de la legislatura.
La llamada mayoría Frankenstein ha recibido de muy buen grado la intervención del precio de los alquileres que plantea el Gobierno en la nueva normativa. Es por eso que el Gobierno se muestra muy optimista después de las conversaciones preliminares lideradas por el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, con los portavoces parlamentarios.
A finales de septiembre, y ante las reticencias del PSOE, Unidas Podemos se alió con ERC, Bildu, Más País, Compromís, la CUP, el BNG y Nueva Canaria y presentó en el Congreso una proposición de ley abogando por la intervención del mercado del alquiler en las zonas tensionadas.
Situaba como tales aquellas donde la renta media superara el 30% de los ingresos medios. Fue una forma más de presionar al presidente del Gobierno.
Por tanto es de prever que la nueva Ley de Vivienda ablande al bloque de izquierda. Como también la imposición de un tipo mínimo del 15% en el impuesto de sociedades.
No obstante, los socios habituales del Gobierno seguirán exigiendo. «Hay más cosas la vivienda», advirtió el portavoz de Esquerra en la Cámara Baja, Gabriel Rufián. «El voto de ERC se suda», añadió, por si acaso Sánchez tiene la tentación de lanzar las campanas al vuelo.
