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'Dolores: La Verdad Sobre El Caso Wanninkhof'

'Dolores: La Verdad Sobre El Caso Wanninkhof'HBO

Caso Wanninkhof

Dolores Vázquez rompe su silencio tras dos décadas: «Merezco que el Estado me pida perdón»

Reclama una disculpa oficial por los 519 días que pasó en prisión por un crimen que no cometió: el de la joven Rocío Wanninkhof

Tras casi dos décadas sin hablar en los medios intentando llevar una vida normal, Dolores Vázquez, la falsa acusada del caso Wanninkhof, ha roto su silencio en una serie documental para HBO Max que reúne los testimonios de varios implicados en un caso que fue el paradigma de los errores judiciales y de los circos mediáticos en torno a los sucesos.

«Dolores: La verdad sobre el caso Wanninkhof», que se estrena el próximo 26 de octubre en la plataforma, contiene el testimonio de Vázquez, quien no ha podido rehacer su vida desde el crimen de Rocío Wanninkhof y que nunca ha recibido disculpa oficial, ni indemnización, por los 519 días en prisión que pasó por un crimen que no cometió.

«Yo siempre he pedido un perdón por parte de la Guardia Civil, del Ministerio de Interior, por parte del fiscal, que admitan que se han equivocado conmigo. Y con ese perdón, una palabra tan sencilla y tan grande para mí, ¿qué les cuesta decírmelo?», apunta Vázquez en el documental. Vázquez exige que «admitan que se han equivocado» con ella. «Si no me dan indemnización que se olviden, que con el perdón hubiese sido suficiente. Por parte del Estado pienso que me merezco un perdón», reclama.

Una pensión de 415,22 euros

Después de unos años malviviendo en Inglaterra, a donde huyó después de ser exculpada en busca de anonimato y para escapar de las calumnias y señalamientos (era uno de los rostros más populares de la época), regresó a España y sobrevive en Betanzos (Galicia) donde nació, con una pensión de 415,22 euros por haber cuidado de su madre durante años y una carga que todavía no ha podido soltar.

Rocío  Wanninkhof

Rocío WanninkhofEl Debate

El caso se remonta a 1999, cuando la joven Rocío Wanninkhof de 19 años desapareció en Mijas (Málaga) y, tras varias semanas de búsqueda y con los medios de comunicación volcados en el caso, apareció su cadáver.

Sin sospechosos claros y ante una gran presión social, Dolores Vázquez, expareja de su madre, fue detenida sin pruebas claras y, después de un juicio plagado de irregularidades, un jurado popular la declaró culpable de un «crimen pasional». Pasó 519 días en la cárcel hasta que se ordenó la repetición del juicio.

Entre tanto, en 2003 apareció en Coín (Málaga) el cuerpo sin vida de otra adolescente, Sonia Carabantes. La policía encontró a su asesino, el británico Tony Alexander King, y al cotejar las muestras con el caso Wanninkhof se descubrió que era el mismo culpable y Vázquez quedó exculpada.

Detención de Tony King

Detención de Tony Alexander KingEFE

Me decían que lo había hecho y no lo recordaba, que la había acuchillado y no lo recordaba. Rocío era una hija para míDolores Vázquez

«Pienso que toda mi vida se la debo a Sonia Carabantes y no hay noche que no piense en ello», apunta Vázquez en el documental, en el que ha participado porque necesita «que la gente sepa más del caso y que esto no vuelva a ocurrir».

«En la cárcel estaba lejos del suicidio, tenía que luchar. Los gritos eran tremendos, me llamaban de todo, la bollera, la lesbiana, cosa que yo nunca me he sentido así», confiesa Vázquez.

Juicio paralelo

Asimismo, ha culpado a los medios de comunicación de «parte del sufrimiento»: «Sin conocerme se dio una imagen de mí que no era yo. ¿Crees que eso no influyó en el jurado? ¿Que no influyó en que la gente cuando salí me llamaban asesina? Han hecho un juicio paralelo».

En este sentido, Vázquez ha lamentado que se diera «voz a una parte» mientras ella estaba en la cárcel, algo que considera una «injusticia social». «Yo estoy aquí sin haber hecho nada y están hablando de mí fuera. Me ponía enferma. ¿Quién es más culpable la prensa que hacía un juicio paralelo o la familia Hornos?», se pregunta.

Los medios que en este país o te hunden o te elevan. Parece que la gente no quiere ver nunca la verdadDolores Vázquez 

«No soy lesbiana perversa, no puedo salir del armario cuando yo no me he sentido al 100% lesbiana, no todas las mujeres son lesbianas por haber tenido una experiencia con una mujer. Siempre me han buscado a mí las mujeres, yo nunca fui detrás de una mujer», relata.

Reencuentro con la madre de Rocío

Sobre un posible reencuentro con Alicia Hornos, su expareja y la madre de Rocío Wanninkhof, ha destacado que «es más necesario para ella» y ha asegurado que «no la culpa» de todo lo que ha dicho. «No son esos mis sentimientos, mis sentimientos son que haya creído a la Guardia Civil y a otros y no creer en mí. Ella misma en su corazón no se lo ha creído nunca. No busco ajuste de cuentas», sentencia.

En este punto, Dolores Vázquez ha subrayado que cree que la Guardia Civil «ha utilizado toda esta trama de fabricación de mentiras, de calumnias»: «La han utilizado y han sabido hacerlo, igual que los medios que en este país o te hunden o te elevan. Parece que la gente no quiere ver nunca la verdad».

«Me decían que lo había hecho y no lo recordaba, que la había acuchillado y no lo recordaba. Rocío era una hija para mí», apostilla Dolores Vázquez, quien ha recordado que, tras salir de la cárcel, sintió «miedo a volver a prisión sin motivo» y a volver a comerse «el marrón»: «Yo no he matado a Rocío y mira dónde he terminado».

En el documental, Dolores Vázquez es entrevistada por la periodista Toñi Moreno. «Me puse en contacto con ella y me dijo que si hablaba era conmigo porque confiaba en mí. Cubrí el caso como reportera y hacía como trece años que no hablaba con ella, establecí una relación bastante cercana con ella», ha explicado.

En declaraciones a Europa Press, la periodista asegura que fue un «caso de lesbofobia». «Este es el caso más escandaloso de la judicatura española. Se dieron todas las circunstancias para que esta mujer acabara condenada por asesinato sin haberlo hecho», ha señalado.

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