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La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha emplazado a la Generalitat y al Gobierno central a tejer "una gran alianza, un gran pacto para poner El Besòs en la centralidad" de la transformación digital y ecológica que se debe impulsar después de la pandemia del Covid-19.

POLITICA

La alcaldesa de Barcelona, Ada ColauEuropa Press

Barcelona no levanta el vuelo (II)

Las incesantes polémicas de Colau: desplantes al Rey, a la Policía Nacional, al Ejército o a los católicos

La degradación constante de Barcelona marca la gestión de la alcaldesa Ada Colau. Pero también sus constantes ataques al Rey, a la Policía Nacional, al Ejército o a los católicos

La gestión de Ada Colau al frente del Consistorio barcelonés está marcada por polémicas constantes, ataques a las instituciones del Estado o a la Iglesia.

Colau y el Rey

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, se ha ganado a pulso la fama de «antimonárquica». Y no sólo porque haya eliminado del callejero la plaza Juan Carlos I (rebautizada como Cinc d’Oros), o la dedicada a los Reyes Católicos, la de Príncep d’Asturies, los jardines del Príncep de Girona o la avenida Borbó. Además, la alcaldesa de Barcelona decidió retirar el busto del Rey Juan Carlos del salón de plenos del Ayuntamiento de Barcelona argumentando que ya no lo era porque había abdicado. Pero tampoco colocó el de Felipe VI. Sólo una sentencia del Tribunal Supremo la obligó a colocar de nuevo un retrato del Rey en el Ayuntamiento. Y lo hizo, en julio de este año, pero a regañadientes. Colocó una foto de Felipe VI, pero la de menor tamaño y en un lateral de la sala de plenos. Además, durante su intervención dejó claro que lo había hecho por «imperativo legal» y no con agrado ni por «respeto». Y defendió que en su momento se retirara el busto del Rey emérito porque «es un corrupto confeso fugado a una dictadura árabe», aseguró.

La imagen del Rey, relegada en el Ayuntamiento de Barcelona

La imagen del Rey, relegada en el Ayuntamiento de BarcelonaEl Debate

Problemas con la foto, pero también desplantes al Rey. Colau se niega a participar en el recibimiento oficial al monarca cuando viene a Barcelona, como por ejemplo durante la inauguración del Mobile World Congress o del Salón del Automóvil, aunque eso sí, lo saluda en los actos protocolarios en los que se encuentre. Sí causó polémica, por otro lado, el hecho de que la alcaldesa invitara a Felipe VI a los actos de celebración del 25 aniversario de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, pero por su condición de atleta y no como Rey de España.

No a la misa, sí al Ramadán

La alcaldesa de Barcelona no sólo no acude a la tradicional misa con motivo de las fiestas de la Mercè, sino es que además desde 2015 la ha retirado del programa de fiestas, del programa institucional. Alega Colau que «nuestro Estado es aconfesional» y «debemos separar las tradiciones religiosas de los organismos oficiales y actualizar y adaptar la fiesta a lo que es el principio básico de laicidad de las instituciones».

En cambio, y a pesar del principio de «laicidad» al que invoca Colau sí ha financiado con dinero público la celebración del Ramadán en Barcelona, colaborando, por ejemplo, con la impresión de folletos en los que se anunciaba la fiesta, pero también lo hizo en iluminación, servicios de emergencia y otras necesidades. En total, unos seis mil euros.

Los particulares pesebres de Colau

La alcaldesa no felicita o celebra las fiestas de Navidad sino el «solsticio de invierno». La primera vez que desde el ayuntamiento se apostó por una celebración diferente de estas fiestas, se presentó como «una de las celebraciones más antiguas. Y no solo en nuestro territorio, sino en el mundo entero. Durante el solsticio de invierno, los días son más cortos que en ningún otro momento del año, pero es en este periodo cuando se empiezan a alargar. Con el solsticio, por lo tanto, celebramos el triunfo de la luz sobre la oscuridad, un momento que anuncia la primavera que llegará pronto».

Un Belén transformado en un trastero por el Ayuntamiento de Colau

Un Belén transformado en un trastero por ColauEl Debate

Y cada año también causa polémica el Belén que se instala en la plaza Sant Jaume de Barcelona. Unos años porque se ha representado con cajas apiladas, y parecía recordar un trastero; otro año porque se colocó una mesa grande con varias sillas, y en una de ellas había un babero en el que se leía «Jesús». También se han puesto burbujas transparentes en las que en el interior había figuras que representaban el Belén. Y otro año se apostó por un Belén flotante, con siluetas que estaban sostenidas por palos de madera.

Muchos vecinos han mostrado su descontento por el hecho de que la alcaldesa gaste dinero público en hacer este tipo de presentaciones del Belén. Algunos decían que para «hacer eso no hace falta que ponga nada».

Colau y la Policía Nacional

La alcaldesa de Barcelona está empeñada en que la Policía Nacional abandone la comisaría de Via Laietana para convertir el edificio en un centro de «memoria democrática», una especie de museo «contra la represión». Recientemente el ayuntamiento ha vuelto a insistir en este tema.

La comisión de Presidencia, con los votos a favor de los comunes, aprobó una proposición de Esquerra en la que se pide que se haga llegar esta petición, de forma oficial, antes del primer semestre de 2022. 

El gobierno municipal ya instaló en 2019 una placa frente a la comisaría el la que se puede leer: «El 43 de la Via Laietana. Memoria de la Repressió» (Memoria de la Represión). Y es que la actual jefatura del CNP fue durante la dictadura sede de la Brigada Político-Social. Entonces también se leyó un manifiesto a favor de convertir el edificio en un memorial.

Colau y el Ejército

La alcaldesa de Barcelona no quiere al Ejército en el Salón de la Enseñanza de Barcelona, y eso que el estand de las Fuerzas Armadas es uno de los que más visitas tiene cada año. Se aprobó en el pleno una declaración institucional en la que se dejó claro que el salón iba a favorecer los «espacios educativos libres de armas». Y así se lo hizo saber a los militares que, en 2016, y durante la inauguración de este estaban presentes en la feria y les dijo: «Ya sabéis que nosotros, como ayuntamiento, preferimos que no haya presencia militar en el salón, pero simplemente porque creemos que hay que separar los espacios». Ese mismo año consiguió que el Ejército, la Policía Nacional y la Guardia Civil no participaran en el Salón de la Infancia, que se celebra en diciembre.

En 2019 a punto estuvo de salirse la alcaldesa con la suya, aunque finalmente las Fuerzas Armadas estuvieron presentes en el salón. Eso sí, un pequeño grupo protestó por esta presencia y los mossos tuvieron que proteger el estand del Ejército.

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