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Abascal y García-Gallardo celebrando la victoria el domingo

Abascal y García-Gallardo celebrando la victoria el domingoEfe

Empieza el tira y afloja

La mayoría de los votantes de Vox quiere una coalición pero los del PP se resisten

La última encuesta de Target Point para El Debate ya reflejaba las preferencias de unos y otros, son muy distintas. El electorado popular prefiere el «modelo Ayuso»: gobernar en solitario

Los votantes que se congregaron la noche electoral en el hotel donde Vox siguió el escrutinio estallaron en aplausos cuando Santiago Abascal proclamó: «Vox tiene el derecho y el deber de formar gobierno en Castilla y León».

El electorado de Vox cree mayoritariamente que ha llegado el momento de pasar de los parlamentos a los gobiernos, parafraseando a su candidato, Juan García-Gallardo. En la encuesta de Target Point que El Debate publicó el lunes pasado, así lo señalaba la mayoría. Y eso sin saber aún que la formación obtendría 13 escaños y el 17,64% de porcentaje de voto.

En ella, el 66% de los votantes de Vox encuestados declaraba que su opción preferida es un gobierno de coalición con el PP de Alfonso Fernández Mañueco. Y solo el 11% apostaba por apoyar desde fuera un gobierno azul monocolor, al modelo del que preside Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid. Otro 7% estaba abierto a contemplar una fórmula tripartita que aunara al PP, Cs y Vox.

Así pues, Abascal no hizo sino recoger el sentir de sus bases, para por primera postular a uno de los suyos como vicepresidente de un ejecutivo presidido por el PP. Este lunes García-Gallardo ha insistido en ello: «Si alguien quería que el PP gobernara en solitario, que lo hubiera votado. No voy a regalar los votos a nadie», ha afirmado.

Sin embargo, en el otro lado están los votantes del PP, que tienen una opinión muy distinta. Días antes de las elecciones, el 41% se decantaba por la fórmula de un gobierno en solitario de Fernández Mañueco con el apoyo desde fuera de Vox, la opción preferida.

Otro 27% apostaba por eso mismo pero con Ciudadanos de muleta, en vez de Vox. Y la opción de una coalición de gobierno con los de Abascal era la tercera en preferencia, con el 10% de partidarios entre los votantes del PP.

En esa misma encuesta, ningún votante del PSOE se mostraba favorable a un gobierno del PP y Vox. Cero. Sin embargo, y aunque es un deseo inconfesable, la dirección socialista sí quiere que Fernández Mañueco tenga que acabar abrazado a García-Gallardo porque cree que puede sacar rédito político de ese pacto en el resto de España.

De hecho, este lunes el portavoz del PSOE, Felipe Sicilia, se ha apresurado a cerrar la puerta a una hipotética abstención de los 28 procuradores socialistas para que el presidente en funciones no tenga que recurrir a Vox.

Por otra parte, como viene contando El Debate, la dirección nacional que encabezan Pablo Casado y Teodoro García Egea se marca como línea roja infranqueable la no entrada de Vox en el consejo de gobierno, por los efectos colaterales que ello pudiera tener para los intereses del partido a nivel nacional y en lugares como Andalucía.

Sin embargo, Fernández Mañueco reivindica su autonomía para llevar las negociaciones con las que alcanzar un pacto de investidura y/o de legislatura.

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