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Casado y Feijóo frente a frente en una imagen de archivo

Casado y Feijóo frente a frente en una imagen de archivoDavid Mudarra

Partido Popular

Casado no tendrá que dimitir y abandonará su cargo en el próximo congreso extraordinario

El todavía presidente permanecerá en el cargo durante más de un mes tras pactar con los barones una salida dulce que incluye que Feijóo se presente a las primarias. Cuca Gamarra asume la coordinación general del partido

La reunión de más de cuatro horas en Génova ha dado como resultado la toma de varias decisiones. La primera es que Pablo Casado no dimitirá como presidente del partido sino que abandonará su cargo tras la celebración del congreso extraordinario que tendrá lugar los próximos días 2 y 3 de abril. Además, el líder popular ha pedido a Alberto Núñez Feijóo que se presente al proceso de primarias y los presidentes han decidido por «unanimidad» que sea la portavoz Cuca Gamarra la encargada de ocupar el cargo de coordinadora general del partido hasta entonces.

De esta manera, el PP permitiría una salida dulce del partido para Casado, que no tendrá que dimitir con una comparecencia sino que dejará la formación directamente en manos del próximo líder. La transición será en abril y encumbrará como próximo presidente, previsiblemente, al líder del partido en Galicia. Sin embargo, el PP no ha querido confirmar que vaya a ser el único candidato puesto que «cualquiera» podría presentarse.

Se desconoce si alguien se presentará contra Feijóo, aunque es poco probable

Casado sí que ha confirmado que no se presentará para una reelección pero no abandonará su puesto al frente del partido hasta la celebración del congreso. El que no ha querido asegurar si se presentará ha sido Feijóo, que ha preferido no clarificar su postura a la salida de la reunión.

«La solución es Feijóo»

«Feijóo tiene una trayectoria que le avala y es una persona con muy buena reputación». Las palabras del presidente de la Junta de Andalucía y líder del PP en la región, Juanma Moreno Bonilla, resumían el sentir de los barones que llevan días presionando a Pablo Casado para que abandone la dirección del partido y deje paso al presidente gallego.

El protagonismo de Feijóo comenzaba media hora antes de la convocatoria de la reunión de presidentes autonómicos. Y es que Casado ha querido celebrar un encuentro previo con él marcando la pauta que confirmaba lo que ya se venía comentando en las ultimas jornada: Feijóo será el próximo presidente del Partido Popular.

Además de Moreno Bonilla, el presidente de la región de Murcia, Fernando López Miras, ha asegurado que «la situación no es agradable y requiere una solución rápida y que parta del consenso y la unidad: «La solución es Feijóo», ha remarcado.

También se ha pronunciado en el mismo sentido el presidente del PP de Extremadura, José Antonio Monago, quien ha asegurado que Feijóo tiene un «peso específico» al tiempo que ha pedido no «crear más problemas» sino proponer «soluciones» para acabar «cuanto antes» con la crisis interna que atraviesa el partido.

Sin Baleares ni Cataluña

Tanto la presidenta del PP de Baleares, Marga Prohens, como el de Cataluña, Alejandro Fernández, no han podido acudir a la reunión. A la primera no le ha sido posible asistir por estar embarazada y el segundo por una operación de rodilla.

Tal y como ha afirmado la presidenta del PP Balear a El Debate, Casado habló con ella ayer por la tarde para mantener una conversación sobre la situación por la que atraviesa el partido.

Una guerra perdida

Las dudas sobre Pablo Casado no han sido fruto de un mal resultado electoral sino de una batalla contra la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

La pasada semana, El Confidencial y El Mundo publicaban informaciones que apuntaban a un supuesto espionaje por parte de Génova a la presidenta. El estallido de la noticia supuso todo un cruce de declaraciones y acusaciones. Ayuso siempre fue ganando y en la dirección del partido aseguraban que la finalidad de sus investigaciones no eran otras sino el bien del partido.

Tras varios días de tensión e inestabilidad, la dimisión del director de coordinación del Ayuntamiento de Madrid, Ángel Carromero, inició una avalancha de deserciones. Todo ello tras unas declaraciones en las que el alcalde José Luis Martínez Almeida se desentendía del supuesto espionaje y aseguraba que tomaría medidas contra todo aquel que llevase a cabo tal acción. Ayuso se posicionó junto al alcalde y aseguró confiar en su palabra.

La segunda dimisión llegó el martes. El secretario general, Teodoro García Egea, anunció en una entrevista para La Sexta que había decidido abandonar el cargo. Lo hizo tras esquivar las incesantes preguntas de los periodistas que durante toda la jornada intentaron confirmar la noticia.

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